Salmo 91: Confianza en medio de la angustiaMuestra

Bajo Sus alas hay salvación
Cuando mi hija apenas estaba aprendiendo a caminar, tuvo un encuentro inesperado con una gata que acababa de parir. Al verla acercarse, la gata pensó que quería hacerles daño a sus gatitos e intentó atacarla. En medio de la angustia, mi pequeña gritó con fuerza: «¡¡¡Mamá!!!». Enseguida dejé todo lo que estaba haciendo y corrí a socorrerla. Al ver el peligro, la tomé entre mis brazos y la rescaté.
Las mamás somos capaces de enfrentarnos hasta a una osa, si es necesario, para salvar a nuestros hijos. Ese instinto de protección no conoce límites, más aún cuando los vemos en peligro. Tanto la gata como yo reaccionamos de inmediato, movidas por el amor que Dios ha puesto en el corazón de una madre para cuidar y proteger a sus pequeños.
Pero nuestro amor, por más grande que sea, palidece frente al amor perfecto de Dios hacia los Suyos. En Juan 10:27–28, Jesús expresa Su amor con esta gloriosa promesa:
«Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen.
Yo les doy vida eterna y jamás perecerán,
y nadie las arrebatará de Mi mano».
Si has confiado en Jesús como tu Señor y Salvador, si caminas tras Él en obediencia y fe, eres una oveja de Su prado, Su posesión más preciada.
Él es el Buen Pastor que dio Su vida para salvar a los Suyos (Juan 10:15). Hoy vive para interceder por ellos y protegerlos hasta el día de Su regreso. Por lo tanto, ¡nada ni nadie te arrebatará de Su mano!
En el Salmo 9:15–16, el mismo Dios dice, a través de la boca del salmista:
«Me invocará, y le responderé;
Yo estaré con él en la angustia;
lo rescataré y lo honraré;
lo saciaré de larga vida,
y le haré ver Mi salvación».
Cuando clamas al Padre en medio de la enfermedad, la escasez, el duelo, el divorcio, la soledad o la angustia, Él siempre responde. A veces te libra de inmediato; otras veces, camina contigo, sosteniéndote y fortaleciéndote mientras atraviesas la prueba. Pero, sea cual sea Su respuesta, puedes descansar en que nada podrá separarte del amor que Dios te ha mostrado en Cristo Jesús (Rom. 8:39).
Aunque aquí pasamos por distintas aflicciones, nuestra alma está asegurada en Cristo. ¡Y al final de esta vida, veremos al Salvador!
Oración:
«Padre, gracias por amarme más de lo que puedo comprender. Yo jamás entregaría a mi hija para salvar a otro. Sin embargo, Tú enviaste a tu amado Hijo Jesús a morir en mi lugar, aun cuando yo merecía la condena por mis pecados. Dios mío, que esta verdad sea mi consuelo y esperanza en medio de todas mis angustias». Amén.
Si deseas leer más sobre el consuelo de Jesús en medio de nuestros sufrimientos, te animo a leer mi libro Dolorosa Bendición: Cómo enfrentar el sufrimiento con fe, esperanza y gratitud. Puedes encontrarlo aquí.
Acerca de este Plan

El temor y la ansiedad debilitan la salud mental, física y espiritual de muchos creyentes. Este devocional, basado en el Salmo 91, te ayudará a enfocar tu mente en los atributos del Dios Altísimo. Durante tres días, aprenderás a descansar en Su promesa de protección eterna y a confiar en que bajo Sus alas puedes vivir seguro.
More
Nos gustaría agradecer a Liliana González de Benítez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/lilivivelapalabra
Planes relacionados

Camino De Libertad

5 verdades que deben saber los niños: Plan para padres e hijos

Protege Tu Fe

Corriendo Hacia La Meta

Disciplina y sabiduría: caminando en verdad

Paz que trasciende la noche

Caminar con la Biblia: luz guía y gozo

“Paz en la tormenta: 7 días para vencer el miedo”

Bajo la Sombra del Omnipotente
