Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este segundo capítulo, Marcos nos presenta a un Jesús que desafía las reglas del sistema religioso de su tiempo. Primero, perdona los pecados de un paralítico, algo que solo Dios puede hacer, y luego muestra su poder sanándolo. También se sienta a comer con pecadores y recaudadores de impuestos, dejando claro que vino a ayudar a los que más lo necesitan. Además, cuestiona las tradiciones sobre el ayuno y el día de descanso, afirmando que Él es el “Señor del día de reposo” y que la misericordia es más importante que seguir rituales.

Equipamiento

Este capítulo nos equipa para vivir una fe que prioriza a las personas sobre las reglas. Nos enseña que el perdón es el corazón del Reino y que nadie está demasiado lejos de la gracia de Dios. En Cristo, somos equipados con una nueva identidad: somos perdonados, llamados y enviados a reflejar su amor inclusivo. Nos forma para ser agentes de restauración, no de juicio.

Al Corazón

¿Creo realmente, en lo profundo de mi ser, que Jesús tiene el poder para perdonar todos mis pecados y que lo ha hecho por completo?

Cuando miro a las personas a mi alrededor, ¿lo hago con los ojos de la gracia de Cristo o con un espíritu de juicio?

Misión

Hoy, sé cómo los amigos del paralítico. Identifica a alguien en tu vida que necesita un encuentro con Jesús y haz todo lo posible por acercarlo a Él. Esto puede ser a través de una invitación a la iglesia, compartiendo tu testimonio o, lo más importante, orando con una fe persistente. Confía en que Jesús no solo tiene el poder de sanar, sino de perdonar y ofrecer una vida completamente nueva.