Atesorando Sabiduría - La fortuna de escuchar a DiosMuestra

Verdad

En este salmo, el salmista nos invita a dar gracias a Dios, contándonos cuatro historias de rescate. Describe a personas perdidas en el desierto, a prisioneros en la oscuridad, a enfermos al borde de la muerte y a marineros en medio de una tormenta aterradora. En cada caso, la historia es la misma: "clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones". La verdad central se repite como un estribillo gozoso: "¡Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres!".

Equipamiento

Este salmo nos equipa para reconocer el clamor de nuestra propia alma y celebrar la obra redentora de Dios. Nos inspira a ver que, en diferentes etapas de nuestra vida, hemos sido como cada una de estas personas: perdidos, cautivos, enfermos y en medio de la tormenta. Nos forma para entender que la respuesta de Dios a nuestro clamor desesperado es siempre la liberación. Nos enseña a no quedarnos callados después del rescate, sino a agradecer a Dios por su misericordia.

Al Corazón

¿En cuál de las cuatro historias de este salmo me veo más reflejado en este momento de mi vida o en mi pasado?

Después de que Dios me ha librado de una angustia, ¿soy rápido para alabar su misericordia públicamente, o tiendo a olvidar rápidamente su intervención?

Misión

Hoy, tu misión es agradecer la misericordia de Jehová. Piensa en un momento en que Dios te libró de una situación similar. Luego, cumple el mandato del salmo: “alábalo”. Comparte ese testimonio con un amigo, en tu grupo pequeño o en tus redes sociales.