Protege Tu Amor Como Si Estuvieras en GuerraMuestra

Centinela del alma: velar con ternura y firmeza

“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana” (Marcos 13:35 RVR1960).

Reflexión
Velar no es solo mantener los ojos abiertos; es una actitud que nace del amor profundo por Dios y por uno mismo. Ser centinela del alma significa proteger el corazón y la mente, reconocer los ataques sutiles del enemigo y responder con firmeza y ternura. Cada pensamiento y emoción es un terreno donde pueden crecer distracciones, dudas o miedos. La vigilancia consciente no es miedo, sino un acto de entrega que preserva la llama del primer amor y asegura que el corazón permanezca fértil y receptivo.

Además, ser centinela nos hace conscientes de nuestra dependencia de Dios. La vigilancia nos conecta con Él, nos permite escuchar su voz y responder con acción. Hoy, ser centinela es reconocer que el amor requiere cuidado, la fe requiere atención y la pasión espiritual exige disciplina diaria. No se trata de alarma constante, sino de amor que protege lo más valioso: nuestro corazón.

Aplicación práctica
Dedica 10 minutos a meditar sobre tus pensamientos y emociones. Identifica aquello que pueda robar tu paz y ora por discernimiento y fortaleza para proteger tu corazón.

Oración
Señor, ayúdame a velar con amor y firmeza. Que mis ojos espirituales estén abiertos y mi corazón firme en Ti. Amén.