Protege Tu Amor Como Si Estuvieras en GuerraMuestra

Amor restaurado: sanando heridas del pasado

“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas" (Salmos 147:3 RVR1960).

Reflexión
Las heridas del pasado tienen la capacidad de silenciar nuestra llama interior, aunque parezca que seguimos caminando con normalidad. Rechazos, culpas, errores y traiciones forman cicatrices profundas en nuestro corazón, afectando nuestra relación con Dios y nuestra propia paz. Muchas veces intentamos ignorarlas, creyendo que el tiempo las sanará, pero el amor de Dios no permite que estas grietas permanezcan sin ser tocadas. Él desea restaurarte, pieza por pieza, sanando cada rincón de tu alma con ternura y precisión.

Dios actúa como un alfarero que modela con paciencia: suaviza las aristas ásperas, rellena los vacíos y convierte las cicatrices en arte de gracia y fortaleza. Cada lágrima entregada a Él se transforma en hilo de luz, reconectando tu corazón con la pasión del primer amor. Hoy, permite que su toque divino sane y despierte tu amor por Cristo, más fuerte y más consciente que nunca.

Aplicación práctica
Escribe una carta a Dios relatando tus heridas más profundas. Entrégale cada sentimiento, cada dolor que aún persiste y pide que su gracia restaure tu corazón.

Oración
Señor, sana mi corazón herido. Transforma mi dolor en fuerza, y mi pasado en un testimonio de amor contigo. Aviva mi llama interior y fortalece mi primer amor. Amén.