Amando Más La Palabra De DiosMuestra

Ser abandonado es una sensación que nadie quiere experimentar, tal vez te pasó de niño que tus papás se olvidaron ir por ti al colegio, o tal vez solo se atrasaron un poquito por el tráfico, pero esa angustia que experimenta ese pequeño creyendo que nadie irá por él, aún sin comprender la realidad del abandono, es inexplicable.

Hay algo claro, podemos abandonar, pero nunca querremos ser abandonados, podemos rechazar, pero no queremos ser rechazados, el salmista lo deja muy en claro y comienza validándose ante Dios, para pedir algunas cosas específicas.

1. No me abandones a mis opresores.

2. Sé fiador de tu siervo.

3. Que no me opriman los soberbios.

Ahora todo esto descansa en que ha practicado el juicio y la justicia, o sea, que ha permanecido fiel a su Palabra, el salmista sabe que sin la protección de Dios está completamente perdido, por eso clama tan insistentemente,

Debemos entregarnos y rendirnos completamente a la benevolente misericordia de Dios, reconociendo que no somos merecedores de nada, por eso clamamos por su salvación.

No te canses de vivir para él, aunque tal vez pases por momentos de duda o incertidumbre, como Asaf nos describe en el salmo 73 pensando que en vano guardaba su alma, pero al final pudo comprender que nunca lo será, y puedes tener la certeza que nuestro Padre nunca nos abandonará.

¿Qué habló Dios a tu vida hoy?

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