Amando Más La Palabra De DiosMuestra

Comencemos con otra pregunta, ¿amas el nombre de Dios? Interesante declaración del salmista, al decir que el Señor se vuelve y muestra piedad con los que aman su nombre, entonces es algo que debería ser importante para nosotros.

Amar la Palabra de Dios, y procurar vivir en ella nunca será tiempo perdido, siempre producirá fruto de bendición, y no solo para nuestras vidas sino también para los que nos rodean, especialmente para nuestra familia, por lo tanto, nos conviene hacerlo.

Si nuestros hijos ven que honramos la Palabra, en el tiempo de Dios sus corazones serán encendidos como pasó con nosotros por gracia y misericordia de Dios, pero despreciarla y no darle el lugar debido en nuestros hogares, es una peligrosa decisión.

Abrí mi boca y suspiré porque anhelo tus mandamientos, escribe el salmista, haz una pausa y suspira agradeciendo a Dios por ese maravilloso e inexplicable amor que ha puesto en nosotros por su palabra, que solo puede brotar de un corazón que tiembla ante ella (Isaías 66:2).

La oración es la compañera inseparable de la Palabra, unámonos al clamor del salmista diciendo, Padre:

1. Afirma mis pasos con tu Palabra.

2. Que ninguna iniquidad me domine.

3. Rescátame de la opresión del hombre, para guardar tus preceptos.

4. Haz resplandecer tu rostro sobre mí.

5. Enséñame tus estatutos.

¿Qué habló Dios a tu vida hoy?

No olvides nuestro desafío diario, lee, escribe y medita.