Dios Está en ControlMuestra

Día 8: Conociendo Su Nombre

La verdadera confianza no nace de hechos sobre Dios, sino de la experiencia personal con Su carácter.

“En ti confían los que conocen tu nombre,
porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan” (Salmo 9:10 NVI).

Hay una gran diferencia entre saber de alguien y conocerlo de verdad. Quizás conozcas el nombre de tu cónyuge, pero conocer su corazón, carácter, amor y fidelidad es algo completamente diferente. Cuando lo conoces de verdad, confías en él de forma diferente a si solo supieras lo que está escrito en una placa con su nombre.

El Salmo 9:10 usa la palabra hebrea yada, que significa un conocimiento íntimo y experiencial, no solo intelectual, sino vivido.

Esto es lo que sucede cuando caminas con Dios el tiempo suficiente para ver su fidelidad de cerca y personalmente: cuando lo ves como Jehová-Jireh (tu Proveedor) cuando tu cuenta bancaria está baja, o Jehová-Rapha (tu Sanador) cuando el informe de tu médico te deja sin aliento.

Cuando David habla de conocer el nombre de Dios, se refiere a comprender su carácter y naturaleza revelados.

Los nombres de Dios a lo largo de las Escrituras revelan su carácter. Cada nombre revela una faceta de su naturaleza inmutable. Cuando realmente conocemos estos nombres, no solo los memorizamos, descubrimos que el carácter de Dios es el fundamento de nuestra confianza.

Así como un hijo confía en sus padres no por lo que pueden dar, sino por quiénes son, también estamos llamados a confiar en Dios por su carácter, no solo por sus acciones. Cuando no entendemos lo que hace, podemos descansar en lo que sabemos que es.

Las acciones de Dios a veces pueden desconcertarnos, pero su carácter permanece constante. Él siempre es bueno, siempre fiel, siempre amoroso. Cuando las situaciones sacuden nuestra confianza en lo que Dios puede hacer, podemos anclar nuestras almas en quién es Él. Su carácter nunca cambia, incluso cuando nuestro entendimiento es limitado.

Mi oración:

Padre, no solo quiero saber de ti. Quiero conocerte. Llévame más allá del conocimiento intelectual al conocimiento del corazón. Que mi confianza se base en tu carácter inmutable, no en mis sentimientos cambiantes. Muéstrame quién eres en mis momentos cotidianos. En el nombre de Jesús, amén.

Preguntas para reflexionar:

1. ¿Qué aspecto del carácter de Dios necesitas experimentar hoy: provisión, sanidad, paz, protección?

2. ¿Cómo sería tu vida si tus decisiones se basaran en quién es Dios, no en el miedo a lo que pueda suceder?