Mi RefugioMuestra

DÍA 3

Manantial

Jesús es todo lo que necesitas. Como último día de este plan quiero decirte que el único que puede llenar esos vacíos es Jesús. No necesitas distraerte ni buscar entretenimiento afuera; en el mundo hay muchas opciones, pero ninguna logra llenarte como Él.

Hoy quiero hablarte de la mujer samaritana: "La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber? Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva. —Pero, señor, usted no tiene ni una soga ni un balde —le dijo ella—, y este pozo es muy profundo. ¿De dónde va a sacar esa agua viva? Además, ¿se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales? Jesús contestó: —Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna" (Juan 4:9-14).

Esta enseñanza nos muestra claramente que no hay otro lugar donde podamos ser completamente llenos. Solo Él puede hacerlo. Jesús ya sabe lo que pasas: cada angustia, problema e incluso tus pecados. Hoy quiero animarte a que puedas acercarte a Él con un corazón quebrantado y puedas ver su poder actuar en ti, y que para siempre Él sea tu refugio. Que lo primero que hagas sea correr a sus pies.

Oración

Señor Jesús, hoy vengo delante de ti reconociendo que te necesito. Te invito a mi vida y a mi corazón, que puedas saciar mi sed de ti y darme esa agua de vida eterna que solo tú das. Llena cada vacío de mi corazón y quédate conmigo para siempre. En el nombre de Jesús, amén.