Mi RefugioMuestra

DÍA 2

En Jesús encontrarás consuelo

En mis momentos de soledad, muchas veces venían pensamientos que me hacían sentir de menos, como si fuera una carga para mis amigos y mi familia. Muchas veces, cuando quería comentar estos temas, no sabía a quién acudir ni tenía la confianza para hablarlo.

Pero cuando más necesitaba a mis amigos y líderes, Jesús, no sé cómo lo hacía, pero recibía esas llamadas o, cuando tenía reuniones con ellos, sentían ese deseo de preguntarme cómo estaba. Aprendí que Jesús siempre estará ahí y se manifestará a través de personas —amigos o conocidos— en esa soledad que me abrumaba.

Le decía que necesitaba un abrazo, y algo que jamás olvidaré fue que en mi trabajo un compañero, a quien le había compartido parte de mi fe y cómo conocí a Jesús, me abrazó tan fuerte que pude sentir ese amor tan fraternal. Jesús estaba ahí para mí.

Hoy quiero invitarte a que, en momentos de angustia, puedas acudir a Él y en tus oraciones le pidas que te muestre ese amor que tanto necesitas. Rodéate de personas que puedan reflejar a Jesús con palabras y acciones. En estos procesos donde sentimos que estamos solos, realmente no lo estamos.

El apóstol Pablo describe que el amor de Filemón fue consuelo para el pueblo de Dios: "Filemón, siempre le doy gracias a mi Dios cuando oro por ti porque sigo oyendo de tu fe en el Señor Jesús y de tu amor por todo el pueblo de Dios. Pido a Dios que pongas en práctica la generosidad que proviene de tu fe, a medida que comprendes y vives todo lo bueno que tenemos en Cristo. Hermano, tu amor me ha dado mucha alegría y consuelo, porque muchas veces tu bondad reanimó el corazón del pueblo de Dios" (Filemón 1:4-7 NTV).

En el día 2 de este devocional, vengo a retarte que cuando el sentimiento de la soledad y la tristeza toquen tu vida, lo primero que hagas sea correr a los brazos de Cristo Jesús, que en tus oraciones puedas pedir esos abrazos y muestras de amor que necesitas y que cada mañana te recuerde lo amado que eres.