Adviento "Las Profecías: Un Mesías Ha De Venir" (1)Muestra

La promesa desde el principio

Desde el momento en que el pecado entró en el mundo, Dios no dejó a la humanidad sin esperanza. En Génesis 3:15, conocido como el protoevangelio, Dios anuncia que de la simiente de la mujer vendrá quien herirá la cabeza de la serpiente, una clara referencia a la victoria final de Cristo sobre Satanás.
A lo largo de la historia bíblica, esta promesa se va desarrollando: en Abraham, Dios promete bendecir a todas las naciones; en la bendición de Jacob, se anuncia que el cetro no se apartará de Judá y que vendrá un gobernante, el león de Judá; Balaam profetiza que una estrella saldrá de Jacob; y siglos después, Isaías declara que una virgen dará a luz a Emanuel, “Dios con nosotros”.
Estas profecías no son eventos aislados, sino piezas de un plan divino perfectamente tejido a lo largo de generaciones, que culmina en el nacimiento de Jesús.

Dios no improvisa. Desde el inicio, en medio del dolor y el juicio por el pecado, Él reveló un plan de salvación que atravesaría siglos y culturas. Esto nos recuerda que, aunque nuestras circunstancias parezcan caóticas, Dios sigue teniendo el control y su propósito se cumplirá.
Cada profecía es una evidencia de su fidelidad. Jesús no apareció por casualidad: su venida fue anunciada, esperada y cumplida con exactitud. Esto nos enseña que las promesas de Dios para nuestra vida también tienen un tiempo y un cumplimiento seguro.
Así como la humanidad tuvo que esperar generaciones para ver nacer al Mesías, nosotros también debemos aprender a esperar con fe. La espera no es pérdida de tiempo cuando confiamos en un Dios que cumple lo que dice.
Además, el hecho de que la primera promesa de salvación se diera en medio del juicio en Edén nos muestra que la gracia de Dios siempre se adelanta a nuestra necesidad. Él no espera a que resolvamos nuestra situación para actuar; Él interviene desde el primer momento, ofreciendo esperanza.
Hoy, esta verdad nos desafía a vivir con la certeza de que, aunque no veamos todo el panorama, Dios ya ha trazado el camino. Su plan es más grande que nuestras limitaciones y más perfecto que nuestras expectativas.

Preguntas para reflexionar

1. ¿Qué te enseña Génesis 3:15 sobre el carácter de Dios frente al pecado?
2. ¿Cómo puedes vivir hoy como parte de la bendición prometida en Abraham?
3. ¿Qué significa para ti que Jesús sea “Emanuel”, Dios contigo?