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Adviento: "La Anunciación" (2)

DÍA 1 DE 3

Anuncios y preparativos divinos

Lucas 1 abre con un contraste poderoso: un pueblo que llevaba más de 400 años sin escuchar la voz profética de Dios, y un templo donde un sacerdote anciano, Zacarías, cumplía fielmente su servicio. En ese contexto, el ángel Gabriel irrumpe con un mensaje que rompe el silencio: Elisabet, estéril y de edad avanzada, dará a luz a un hijo que preparará el camino del Señor.
Seis meses después, el mismo mensajero celestial visita a una joven virgen en Nazaret, María, para anunciarle que concebirá por obra del Espíritu Santo al Hijo de Dios. María, en un acto de fe extraordinario, acepta el llamado.
La historia continúa con la visita de María a su parienta Elisabet, donde ambas, llenas del Espíritu Santo, confirman mutuamente la obra de Dios en sus vidas. Finalmente, el nacimiento de Juan y la profecía de Zacarías sellan este capítulo como un preludio perfecto para la llegada del Mesías.

1. El anuncio a Zacarías (Lucas 1:5–25)
Zacarías y Elisabet representan a aquellos que sirven fielmente a Dios aun cuando sus oraciones parecen no tener respuesta. La esterilidad, en la cultura judía, era vista como una vergüenza, pero Dios transforma su dolor en un testimonio. El ángel Gabriel no solo anuncia un hijo, sino un ministerio: Juan será grande delante de Dios, lleno del Espíritu Santo desde el vientre, y preparará al pueblo para recibir al Mesías.
Dios no se olvida de las oraciones antiguas. Lo que parece un “no” puede ser un “todavía no” en su plan perfecto.

2. El anuncio a María (Lucas 1:26–38)
María recibe un mensaje humanamente imposible: concebir sin haber tenido relaciones. La respuesta del ángel revela el misterio de la encarnación: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra". María no entiende todos los detalles, pero confía en la palabra de Dios.
La fe no siempre requiere entender, sino obedecer. La disposición de María nos reta a decir “sí” a Dios incluso cuando su plan desafía nuestra lógica.

  • El escenario: El ángel Gabriel es enviado por Dios a Nazaret, una aldea pequeña y sin relevancia política o religiosa. Esto ya nos habla del carácter de Dios: escoge lo que el mundo considera insignificante para cumplir su plan.
  • La destinataria: María, una joven virgen, comprometida con José, descendiente de David. El compromiso en la cultura judía era legalmente vinculante, y cualquier embarazo fuera de ese marco podía traer consecuencias sociales y legales graves.
  • El saludo celestial: Gabriel la llama “muy favorecida” y le asegura que “el Señor es contigo”. Este saludo no es un cumplido superficial, sino una declaración de que María ha sido objeto de la gracia y elección divina.
  • La reacción de María: Lucas señala que ella “se turbó” y “pensaba qué salutación sería esta”. No es indiferencia, sino un asombro reverente ante lo que está escuchando.
  • El anuncio: Gabriel le revela que concebirá y dará a luz un hijo llamado Jesús, que será grande, Hijo del Altísimo, heredero del trono de David y cuyo reino no tendrá fin.
  • La pregunta de María: “¿Cómo será esto? pues no conozco varón?” No es incredulidad como la de Zacarías, sino una pregunta sincera para entender el modo en que ocurrirá.
  • La explicación: El Espíritu Santo vendrá sobre ella, y el poder del Altísimo la cubrirá con su sombra. El niño será santo y llamado Hijo de Dios.
  • La señal de confirmación: Gabriel menciona a Elisabet, su parienta, que en su vejez ha concebido un hijo, recordando que “nada hay imposible para Dios”.
  • La respuesta de fe: María concluye con una entrega total: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”.

3. La visita de María a Elisabet (Lucas 1:39–45)
Cuando María llega, el bebé en el vientre de Elisabet salta de gozo, y Elisabet, llena del Espíritu Santo, confirma la bendición sobre María. Este encuentro es un ejemplo de cómo la fe se fortalece en comunidad.
Dios usa a otros creyentes para confirmar su obra en nosotros. La comunión genuina produce gozo, ánimo y certeza.

4. El nacimiento de Juan (Lucas 1:57–66)
El nacimiento de Juan es un evento público que provoca asombro. El hecho de que Zacarías recupere el habla al confirmar el nombre del niño es una señal de que Dios ha cumplido su palabra.
La obediencia a la palabra de Dios abre la puerta a nuevas expresiones de fe y testimonio.

5. La profecía de Zacarías (Lucas 1:67–79)
Lleno del Espíritu Santo, Zacarías proclama que Dios ha visitado y redimido a su pueblo. Reconoce que su hijo será profeta del Altísimo, preparando el camino para el Señor.
Cuando Dios cumple una promesa, nuestra respuesta debe ser adoración y proclamación. La gratitud se convierte en testimonio.

Dios elige lo inesperado
María no era una figura influyente ni vivía en un lugar importante, pero fue escogida para la misión más trascendental de la historia. Esto nos recuerda que Dios no se guía por criterios humanos de poder o prestigio, sino por corazones dispuestos.

La gracia precede a la misión
Antes de pedirle algo, Dios le asegura a María que es “muy favorecida” y que Él está con ella. Así también, antes de enviarnos, Dios nos afirma en su amor y presencia.

La fe que pregunta
María no rechaza el mensaje, pero busca entender cómo se cumplirá. Esto nos enseña que la fe no es ausencia de preguntas, sino confianza en medio de ellas.

El poder del Espíritu Santo
La concepción virginal es un milagro que muestra que la obra de Dios no depende de la capacidad humana, sino de su poder. En nuestra vida, lo que parece imposible puede ser realidad cuando el Espíritu Santo actúa.

La confirmación en comunidad
Gabriel menciona a Elisabet como señal. Dios muchas veces confirma su palabra a través de testimonios de otros creyentes, para fortalecer nuestra fe.

La obediencia inmediata
María no pide tiempo para pensarlo ni condiciones para aceptar. Su “hágase” es un modelo de entrega total a la voluntad de Dios, aún sin conocer todos los detalles.

Nada es imposible para Dios
Esta declaración de Gabriel no es solo para María, sino para todo creyente. Nos invita a confiar en que Dios puede obrar más allá de nuestras limitaciones y circunstancias.

Preguntas para reflexionar

  1. ¿Qué te enseña la historia de Zacarías y Elisabet sobre la espera en Dios?
  2. ¿Cómo puedes imitar la disposición de María ante un llamado difícil?
  3. ¿Qué papel juega la comunidad de fe en el fortalecimiento de tu confianza en Dios?

Escrituras

Acerca de este Plan

Adviento: "La Anunciación" (2)

Este plan de lectura de tres días recorre los acontecimientos previos y cercanos al nacimiento de Jesús, tal como los narra Lucas 1 y otros pasajes relacionados. Inicia con el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista y de Jesús, continúa con la respuesta de fe y alabanza de quienes recibieron la noticia, y culmina con el cumplimiento de las promesas divinas. El propósito es fortalecer la fe, reconocer la soberanía de Dios y aprender a responder con obediencia y gratitud a su llamado.

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Nos gustaría agradecer a Gian Carlo Maingón Vallejo y Casa de Oración Puerta del Cielo por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: https://www.instagram.com/jn_giancarlogc_/