Ponle Nombre A Tu PecadoMuestra

Libre

Al principio de Génesis todo parece ser el mejor libro de cuentos de hadas que haya existido, hasta que caemos en la realidad de que el pecado entró al mundo y lo primero que buscó Adán fue al culpable, y ese ciclo muchos no hemos sido capaces de cerrar.

Ponerle nombre a tu pecado es llamar las cosas que son por su nombre.

Es dejar de querer suavizar el pecado que hemos cometido.

Ya no decimos sueño con tener lo que tiene esa persona famosa, lo llamo envidia.

Ya no decimos “voy a lograr todo lo que me propongo”, sino que digo esto es autosuficiencia, proveniente del orgullo y egoísmo.

Dejo de decir “estoy mejor así”, luego de que me hirieron y no puedo perdonar, sino que digo "perdono" y soy libre de la raíz de amargura.

Dejo de decir “que me importa lo que digan los demás” y renuncio al orgullo.

David consciente e intencionalmente oraba de esta manera: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón”.

Entregarnos a Dios de todo corazón y pedirle que nos muestre nuestro pecado nos llevará a la libertad al confesarlo.

MEDITA

Entrego a Dios mi corazón, me rindo a él; y en señal de amor le entrego todo lo que soy para que él obre en mí. Recibo libertad a través de la verdad, reconozco mi condición, confieso mi pecado y alcanzo misericordia.

¡Qué alegría saber que deseas la verdad libertadora de Jesús más que calmar tu conciencia! Sigue caminando en fe sin temor, Dios examina tu corazón y él te mostrará el camino que debes seguir.

Me gustaría saber lo que el Señor habló a tu corazón a través de este devocional, comparte tu testimonio que sin duda será de gran bendición.

Te espero en instagram @matherypy