Mi identidad en JesúsMuestra

Eres real sacerdocio

Imagina que viajas a Inglaterra y tienes la oportunidad de visitar el Palacio de Buckingham y encontrarte con el rey. ¿Cuántos protocolos crees que tendrías que seguir para poder entrar en su presencia?

En el Antiguo Testamento, solo los sacerdotes podían acercarse a la presencia de Dios. Su rol era representar al pueblo delante de Dios y a Dios delante del pueblo. Eran mediadores cuidadosamente elegidos y consagrados.

Pero ahora, gracias a lo que Jesús hizo por ti, tú formas parte del real sacerdocio (1 Pedro 2:9). Tienes acceso directo al Padre, sin necesidad de intermediarios humanos. Ya no hay barreras ni protocolos que te separen de su presencia.

Esto lo cambia todo: puedes hablar con Dios en cualquier momento, y además, llevas su presencia contigo dondequiera que vayas. No eres una simple espectadora de la fe, eres una embajadora del Reino. Representas a Dios en este mundo.

Oración:
Señor, gracias por hacerme parte de tu sacerdocio real. Ayúdame a vivir como tu representante. Enséñame a no perder el asombro por tu presencia, por el hecho de que hoy puedo acercarme a ti tal como soy, y saber que no saldré igual. Tú transformas todo lo que soy. Tú eres el Rey de mi vida. Amén.