Mi identidad en JesúsMuestra

Eres fortalecida por Dios

Todos enfrentamos momentos donde sentimos que no podemos más. La mentira es que tienes que sacar fuerza de ti misma, como si la llevaras en tu bolsillo. Pero la verdad es que tu fortaleza viene de Cristo.

Su poder se perfecciona en tu debilidad. Él no te pide que seas invencible, te invita a apoyarte en Él. Y ahí, en la rendición, descubres que puedes enfrentar cualquier cosa a través de Aquel que es suficiente. No se trata de ti... se trata de Jesús.

Oración:
Señor, gracias porque eres mi fortaleza. Recuérdame que contigo puedo enfrentar todo. No depende de mi fuerza, sino de la tuya.