Cómo Puedo Sentirme Más Cerca De DiosMuestra

¿Por qué todo se siente tan difícil, aburrido y sin sentido?

«(...) Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Juan 10:10 NVI).

Muchos creyentes se sorprenden cuando la vida espiritual parece más lucha que gozo. Oramos y no vemos respuestas. Leemos la Biblia y se siente lejana. Intentamos practicar hábitos espirituales y terminamos cansados. ¿Dónde está la vida abundante que Jesús prometió?

«La misma actividad puede ser agotadora para uno y gratificante para otro. La diferencia está en la práctica». Para quien corre con regularidad, salir a trotar puede resultar agradable; para quien no lo hace nunca, suele ser doloroso. De la misma manera, los hábitos espirituales pueden sentirse difíciles al comienzo, pero con la práctica constante se convierten en una disciplina que fortalece y produce verdadero gozo.

También es como aprender guitarra. No basta con comprar el instrumento; se necesita práctica. Si nunca apartamos tiempo, si siempre ponemos excusas, nunca avanzaremos. Con Dios pasa igual. No se trata de falta de tiempo, sino de prioridades. «Todos sacamos tiempo para lo que más valoramos».

El problema no es que Dios esté lejos, sino que estamos distraídos o sin práctica. Pero eso no significa que la fe no funcione; más bien, significa que debemos perseverar. «Si no te resulta fácil sentirte cerca de Dios, es importante que reconozcas que es algo completamente normal». Sin embargo, no tomes con normalidad algo que debe ser prioridad; así que procura acercarte a Dios.

La vida abundante no se experimenta en un instante mágico, sino en la constancia diaria de permanecer en Jesús. Sí, habrá distracciones, cansancio y frustraciones. Pero cada momento invertido en buscarlo es una semilla que da fruto.

Hoy, no te desanimes si tu fe parece aburrida. Sigue. Persiste. Como en el ejercicio, llegará el día en que mirarás atrás y dirás: valió la pena.

Oración:

Señor, aunque me cueste perseverar, quiero seguir buscándote. Ayúdame a confiar en ti y en tus planes para mi vida. ¡Amén!