AvivamientoMuestra

Dia 2: Cuando Dios responde

Texto clave: “Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra" (2 Crónicas 7:14 NVI).

Dios no es indiferente al arrepentimiento genuino. Su corazón se inclina cuando sus hijos se humillan y regresan a Él con sinceridad. El cielo se mueve no cuando somos perfectos, sino cuando nos rendimos con un corazón quebrantado.

A veces creemos que el avivamiento se manifiesta solo en milagros visibles o momentos extraordinarios. Pero uno de los milagros más profundos y gloriosos es invisible: la misericordia de Dios derramándose sobre nosotros.

Cuando nos arrepentimos de corazón, Dios perdona, restaura y responde. No nos trata como merecemos, sino que nos recibe con amor, nos limpia y comienza una transformación real en lo más profundo.

Ese es el mover del cielo: cuando las cadenas que antes nos ataban al pecado se rompen. Cuando ya no somos esclavos de la culpa ni de viejas ataduras. El Espíritu Santo comienza a obrar con poder en nosotros, trayendo libertad, convicción, sanidad y dirección. Esa es la verdadera evidencia de que el cielo ha respondido.

Aplicación práctica:

Hoy, permite que la misericordia de Dios te abrace. No te escondas detrás de excusas o del temor. Confiesa lo que necesitas confesar. Abre tu vida a su obra redentora. El milagro más grande está ocurriendo: Dios está obrando en ti.

Pregunta para reflexionar:

¿Has estado esperando que Dios se manifieste de una forma específica? ¿Y si el verdadero milagro ya comenzó dentro de ti?