Somos Sus Atributos 21 Días Ayuno De DanielMuestra

Revelado

El concepto de "revelado" como un atributo de Dios en nosotros se refiere a cuando Dios mismo se hace presente y se da a conocer de forma directa y personal en nuestra experiencia interior. No es simplemente saber sobre Él, sino percibirlo y experimentarlo de una manera profunda en nuestra propia vida.

Va más allá de la teoría o el conocimiento adquirido en libros y charlas. Es un saber que trasciende lo racional, una comprensión que se siente en lo más profundo del ser.

La Revelación en la Vida de Daniel

En la vida de Daniel, el "revelado" fue la iniciativa soberana de Dios para desvelar verdades, propósitos y misterios que eran inaccesibles a la razón humana ordinaria. Dios infundió este conocimiento directamente en la conciencia y el espíritu de Daniel, marcando una irrupción profética de lo divino en lo terrenal.

Daniel experimentó esta revelación a través de:

Sueños y Visiones Claras: Dios le mostraba a Daniel sueños vívidos y visiones impactantes. No eran sueños comunes, sino mensajes codificados sobre el futuro, los imperios y el plan divino para la humanidad (como los sueños de Nabucodonosor o sus propias visiones).

Interpretación Divina: Dios no solo le daba la revelación, sino también la capacidad especial de entenderla e interpretarla. Cuando nadie más podía descifrar los enigmas del rey, Dios "revelaba" a Daniel el significado, demostrando que esa sabiduría venía directamente de Él.

De la Información a la Acción

La revelación va mucho más allá de un simple dato. Es el momento en que un concepto o una verdad deja de ser solo información y se enciende en nuestro interior como un motor, impulsándonos a actuar.

¿Alguna vez te has preguntado por qué sabemos tantas cosas, pero aplicamos muy pocas?

El conocimiento por sí solo no puede transformar. Para que haya una verdadera transformación y podamos ver frutos reales en nuestras vidas, necesitamos la revelación de Dios.

Dios nos prometió dar revelación también en forma de sabiduría. Él no pide requisitos complicados ni reproches; solo busca un corazón con sed de Él (Santiago 1:5)

Padre, en el nombre de Jesús, nos acercamos a ti. Sabemos que lo conoces todo y que, sin importar cuánto conocimiento podamos adquirir, este solo cobra vida cuando tu revelación se hace presente en nosotros. Hoy, Señor, trae tu revelación a nuestra vida. Tenemos hambre y sed de tu justicia, y nuestro deseo más profundo es conocerte cada día más. Amén.