Instrumentos De HonorMuestra

Guarda la palabra con exactitud

"Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes" (2 Timoteo 2:14 RVR1960).

La verdad mal usada, divide; la verdad bien expuesta, edifica y transforma.

Pablo comienza este segmento de su carta exhortando a Timoteo a enseñar con fidelidad, cuidando de no entrar en discusiones vanas. El líder piadoso no solo conoce la Palabra, sino que sabe cómo y cuándo comunicarla. Este llamado no es a callar, sino a corregir con sabiduría y precisión, para que la enseñanza edifique en lugar de confundir.

Contender por palabras es desviarse del propósito del Evangelio. Estas discusiones no producen fruto, sino ruina espiritual. Por eso Pablo insta a presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse (v.15). Esto implica una disciplina espiritual seria y constante en el estudio bíblico, para trazar rectamente la Palabra de verdad.

No es solo saber, es vivir y enseñar con fidelidad, evitando profanas y vanas palabrerías que carcomen como gangrena (v.16-17). Himeneo y Fileto se convierten en ejemplos negativos: su desviación doctrinal llevó a la perdición de otros.

Como líderes, nuestra influencia tiene peso eterno. Lo que decimos y cómo lo decimos importa. Y lo que enseñamos debe estar anclado en la verdad de Dios, no en opiniones o debates inútiles.

¿Estoy usando la Palabra con fidelidad y precisión, o estoy conteniendo en debates que no edifican?