Un Encuentro Que TransformaMuestra

Una realidad que confronta…

Ser disciplinado no es fácil y requiere de esfuerzo y dedicación; sin embargo, es posible crear una disciplina si se tiene constancia y una motivación correcta. Acostarse tarde estudiando y levantarse temprano para ir al colegio, no es fácil, hacer un largo viaje todos los días para ir al trabajo y llegar temprano, tampoco lo es, levantarse a primera hora del día para hacer nuestro devocional con Dios, para muchos, no es fácil de cumplir todos los días. El cansancio y las ocupaciones nos pueden jugar una mala pasada. Para nadie es un secreto que vivimos tiempos en donde las diferentes actividades y labores, nos mantienen ocupados consumiendo la mayor parte de nuestro tiempo y dejándonos casi sin energía para poder ocuparnos de lo que realmente es importante, nuestra relación con Dios, la familia, el ministerio, etc. Claro está, debemos cumplir deberes temporales, para cubrir nuestras necesidades y las de nuestra familia, mientras cuidamos nuestra vida física, espiritual y edificamos el reino de Dios. Sé que el cansancio nos puede hacer sentir agobiados o sobrecargados, pero piensa en que, este tipo de actitud y esfuerzo es una muy buena oportunidad para honrar a Dios y ver como Él nos fortalece aún en medio de ese cansancio. Créeme, este tipo de entrega no pasa desapercibido para Él y lo que parece una carga se transforma en una enorme bendición.

¡Qué mejor motivación para hacerlo que el anhelo sincero de acercarse a Dios! No se trata de una rutina más en el día, sino de un encuentro que transforma, renueva y fortalece el alma. Cada momento en Su presencia nos llena de Su paz, nos guía con Su sabiduría y nos recuerda que no caminamos solos.

No importa la hora que elijas para hacer tu devocional, lo importante es que cada día busques ese encuentro con Él. Verás cómo ese tiempo puede cambiar tu día por completo.

Como en cada uno de los devocionales que Dios me ha permitido escribir, debo abrir mi corazón y contarles que he vivido temporadas en las que el cansancio y las preocupaciones me han consumido por completo. También debo decirles que, en todas las ocasiones en las que me he sentido agotada, Dios me ha llenado de una fuerza sobrenatural, me ha levantado, me ha liberado y me ha dado motivos para seguir adelante y disfrutar de momentos maravillosos en Su presencia.

He aprendido que no puedo vivir sin estar pegadita a Él y que ese encuentro con Él transforma todo en mi vida: me llena de paz, seguridad, gozo y fuerza, aun en medio de las temporadas difíciles. ¡Estoy segura de que como lo ha hecho conmigo lo puede hacer contigo también!

Si has llegado hasta aquí y estás pensando: "Yo sí hago mi devocional diario", "Sí paso tiempo con Dios", o "Sí soy disciplinado", y te has planteado no terminar este plan, te animo a que lo compartas con alguien que quizás lo necesite o que esté iniciando en la vida cristiana. Incluso podrías invitarlo a hacerlo contigo y ayudarle a fortalecer su relación con el Señor. 😊

¡Te espero en el día dos...!