Un Encuentro Que TransformaMuestra

Hoy iniciamos de lleno con la guía, la idea es que anotes tus propios versículos para que medites en ellos el resto del día. Así que deberás ir a la Biblia y buscar uno como mínimo para cada punto de tu oración: Agradecer, adorar, pedir, confiar. ¡Anímate, no te llevará mucho tiempo y lo vale!

Prepárate, busca un lugar adecuado y permite que el Espíritu Santo fluya, te guié y tenga el control de todo.

Actividades:

Agradece: Lo primero que haremos todos los días de nuestro devocional es dar gracias, de la manera que quieras y por lo que desees. Recuerda agradecer por los pequeños, grandes detalles que Dios tiene para con nosotros cada día. Busca un versículo que hable del agradecimiento como: Salmos 100; 4, 5. Vengan a las puertas de su templo; ¡denle gracias y alábenlo! Él es un Dios bueno; su amor es siempre el mismo, y su fidelidad jamás cambia.

Adora: Lo segundo por hacer será alabar a Dios, puedes poner una canción si lo deseas, pero pienso que a Dios le agradaría más escuchar lo que hay en tu corazón. Usa tus propias palabras y exprésale todo tu amor, de la manera más sencilla y con libertad. Ve a tu Biblia y busca un versículo que hable de la adoración o algún cántico como por ejemplo: Salmos 145; 21. La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.

Pide: Lo tercero será poner tus peticiones delante de Dios, recuerda que Él lo conoce todo y sabe qué necesitas, aun antes de que se lo pidas. Pero definitivamente a Él le gusta escucharte, así que pide con confianza. No olvides reconocer tu necesidad de Él y que tiene todo el poder para actuar a tu favor y de los tuyos. Además, toma en cuenta orar por las personas que te rodean, por salvación, el gobierno, el mundo, etc. Definitivamente, hay muchas cosas las cuales puedes presentar delante de Dios en oración, que no necesariamente tienen que ver contigo, pero que no podemos dejar de lado. Busca en tu Biblia un versículo como: 1 Juan 5; 14. Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a Su voluntad, Él nos oye.

Confía: Como punto cuatro, agradecerás, reconociendo Su poder y depositando toda tu confianza en Dios, por lo que has pedido. Este es el momento donde la fe hace que tu confianza se active, trayendo como resultado un corazón lleno de paz y sin temor a los momentos inciertos o difíciles, porque tu certeza es que Él siempre te cuida y está de tu lado. No olvides buscar un versículo para meditar como: Salmo 27:3. Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.

Mi oración quedaría así:

Señor y Padre Dios, te doy gracias por tu gran bondad y porque me das como regalo tu misericordia, todos los días de mi vida. Te adoro y exalto tu nombre, no hay nada, ni nadie que se compare a ti. En esta hora me presento delante de tu presencia, reconociendo tu poder y poniendo mi familia en tus manos, cumple tu propósito en mi esposo, mis hijos y en mí. Que podamos ver tu Gloria. Fortalece los cuerpos y suple los recursos a quienes llevan cada día el mensaje de Jesucristo, para que las personas sean salvas. Sé que tienes el control de todo y que tu mano poderosa no se ha acortado para nosotros. Declaro que veremos tu bondad en esta tierra y siempre te daremos la gloria. Lo declaro en el nombre de Jesús, ¡amén!