Padres y Madres: Devociones del Ministerio Tiempo de GraciaMuestra

La crianza: Enséñeles la Palabra y la voluntad de Dios

Los mosquitos que me picaron todo el verano no fueron a la universidad de mosquitos para aprender a perforar en busca de oro rojo; esa capacidad estaba en ellos desde que nacieron. Todos los comportamientos necesarios para una exitosa operación de extracción de sangre están preinstalados en sus diminutos cerebros.

Pero el conocimiento de Jesús no le llega a la gente al estilo mosquito. Algunos padres piensan que la fe cristiana se implanta y se desarrolla por sí misma en sus hijos, y cuando son adolescentes salvajes y rebeldes, se preguntan qué hicieron mal.

Los niños no nacen sabiendo que hay un Dios que los ama y los ve preciosos; pronto se enteran de que el mundo es malo y descubren la presencia del mal en su mente. No tienen conocimiento innato de Jesús, su Salvador. Para que viva en su pequeño corazón, necesitan que usted les hable de él. Moisés instruyó a los creyentes de su tiempo para que no dejaran de transmitir la enseñanza sobre las palabras y los poderosos hechos de Dios, en familia “Las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes” (Deuteronomio 11:19).

Las palabras de Dios que usted habla en su casa son tan poderosas como si Dios mismo hablara con sus hijos. Las palabras de Dios llevan la energía para expulsar a Satanás, crear la fe y edificar en su hijo la capacidad para conocer y elegir lo que es bueno y agradable a Dios en la vida.