El Corazón Del DiscipuladoMuestra

Fruto que permanece
"...Para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca" (Juan 15:16 RVR1960).
El fruto que permanece nace en la raíz de Cristo y florece en el servicio amoroso.
Este versículo nos recuerda que fuimos elegidos y enviados para producir fruto espiritual que trascienda el tiempo. No se trata solo de obras visibles, sino de cambios profundos en nosotros y en otros: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23). El fruto permanece cuando vive desde la raíz de Cristo, el verdadero viñedo espiritual.
Producir fruto implica permanecer en Cristo, depender de Él y permitir que su Palabra habite en nosotros. También incluye una misión: ser luz, sal y levadura en un mundo necesitado. Nuestra vida tiene propósito porque Él nos eligió antes de que nosotros lo eligiéramos.
¿Qué fruto estás produciendo hoy?
Escrituras
Acerca de este Plan

La palabra de Dios nos exhorta a amar como Cristo, caminar en su amistad y producir fruto eterno. Basándonos en Juan 15:12-17, redescubrimos el corazón del discipulado cristiano: una vida centrada en el amor, la obediencia y la misión divina.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://leadershiftglobal.com/