Devocional Agosto "Lámpara a Mis Pies"Muestra

“Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?” (Zacarías 7:5 RVR1960).

El Pueblo de Israel llevaba muchos años ayunando en un momento específico del año y oraron preguntando a Dios si Él quería que continuaran con ese ayuno. Sin embargo, la respuesta de Dios fue muy diferente a lo que esperaban. El Señor los llevó a mirar más allá de las apariencias y de los rituales externos para lo que es realmente importante: la motivación del corazón.

Hoy es un buen día para que te hagas la misma pregunta. ¿Cuál es la motivación para hacer lo que haces? ¿Por qué sirves a Dios? Un mismo acto externo —como el ayuno— puede ser agradable o desagradable a Dios dependiendo de la motivación del corazón. Tú puedes predicar el Evangelio a otros porque te sientes obligado; porque todos en tu iglesia lo hacen; porque te gustan los desafíos y quieres alcanzar una meta, o porque tienes misericordia de los perdidos y quieres que el reino de Dios avance.

Pide en oración que el Señor examine tu corazón y te muestre la razón por la cual haces las cosas. No solo debes hacer lo correcto, sino hacer lo correcto con la motivación correcta.