De La Fragilidad Carnal Al Crecimiento en El Espíritu SantoMuestra

La voz del Espíritu y el ruido de la carne

Vivimos en un mundo lleno de voces: redes sociales, noticias, opiniones, tentaciones y emociones internas. En medio de ese ruido, la voz del Espíritu Santo suele ser suave, pero clara para el que la busca. Jesús dijo que sus ovejas oyen su voz, y la obedecen. La carne grita lo que desea, pero el Espíritu susurra lo que edifica.

El versículo nos muestra la relación íntima que Jesús tiene con quienes le siguen: nos llama, nos conoce y nos guía. Pero para seguirlo, debemos reconocer su voz y distinguirla del ruido de la carne. Gálatas 5:16 nos recuerda que andar en el Espíritu requiere decisión constante, mientras que Apocalipsis 2:7 nos exhorta a abrir nuestros oídos espirituales. Escuchar al Espíritu requiere silencio interior y disposición a obedecer.

Hoy, apaga el ruido. Apártate aunque sea unos minutos, sin distracciones, y busca al Espíritu en oración y en la Palabra. Pregúntale: “¿Qué necesitas mostrarme hoy?”. Anota lo que sientas que Dios te dice. No siempre será espectacular, pero será verdadero. Aprende a reconocer su voz con práctica y comunión constante.

🙏 Oración:

Espíritu Santo, enséñame a reconocer tu voz entre el ruido. Ayúdame a callar mi carne y abrir mi oído interior. Haz que tu Palabra tenga más peso que mis emociones o deseos. Quiero caminar cada día guiado por ti, escuchándote y obedeciendo. Háblame, que tu siervo escucha. Amén.