Corazón De Huérfano vs Corazón De HijoMuestra

¿Dónde estás?

“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto” (Génesis 3:8 RVR1960).

La primera conversación después de la caída fue: ¿Dónde estás? Por supuesto, Dios no se refería a la localización geográfica de ellos, pues no había perdido su rastro, seguramente Él quería que Adán y Eva descubrieran dónde estaban ellos con respecto a Él después de aquel fracaso.

Dios hizo lo que acostumbraba hacer con sus hijos de manera cotidiana: relacionarse con ellos, buscarles como lo hacía siempre. Sin embargo, en este día triste y oscuro de la historia de la humanidad, Adán y Eva se sintieron desnudos por primera vez, experimentaron la vergüenza y culpabilidad de sus hechos lo cual nunca antes había estado presente, esos sentimientos fueron resultado del pecado.

A pesar de lo que ellos hicieron, Dios no los ignoró y les aplicó la ley del hielo, por el contrario, les hizo túnicas de pieles y los vistió. Esto nos muestra el amor incondicional del Padre. Definitivamente hubo consecuencias por la desobediencia, pero no reaccionó como la mayoría de nosotros los padres, que castigamos con silencio, reclamos y maltrato.

La desobediencia de Adán no alteró el amor y cuidado que Dios tenía hacia ellos. Lo que sí sucedió fue que cambió abruptamente la manera en que Adán percibía a Dios. Adán proyectó su dolor en Dios, de esa manera creó una deidad completamente distorsionada, un producto de su propio bagaje.

Es a partir de ese momento que el corazón del Padre es mal percibido. Lo que Adán y Eva hicieron abrió la puerta al dolor y las heridas, lo cual Satanás usó estratégicamente para aprovecharse de estas.

A medida que pasan los años, el corazón del hombre va perdiendo su conocimiento y cercanía al corazón de Dios.

La intención del Padre siempre ha sido mantenerse en relación estrecha con sus hijos. Papá nunca ha dejado de hacer esa pregunta: ¿Dónde estás? Dios espera nuestra honestidad sin justificarnos.

Acércate hoy al Padre en oración, Él te espera.