Mejor Equilibrio Entre Trabajo Y Vida en El MatrimonioMuestra

Ayer examinamos la llamada divina al trabajo a través de las Escrituras. Aunque el trabajo está ordenado por Dios y puede honrarlo, vivimos en un mundo roto en el que el pecado y los efectos de la Caída pueden distorsionar los dones de Dios, hasta el punto de convertirlos en nuestros ídolos.

Para que se valore como es debido, hay que contextualizar el trabajo. Es una parte valiosa de la vida, pero no la más valiosa. En cuanto a las prioridades, el matrimonio debe estar antes que el trabajo.

La relación con tu cónyuge es una relación de alianza. Esto no significa que tengan que pasar juntos todas las horas del día, por supuesto, pero sí requiere que den prioridad a su relación teniendo en cuenta la perspectiva y la opinión del otro cuando se trata de sus trabajos.

En Mateo 19 y Marcos 10, Jesús declaró que nadie debe separar a una pareja a la que Dios ha unido en matrimonio. Deberíamos seguir estas instrucciones y mirarnos en el espejo: ¿Hay alguna forma en la que estés separando tu propio matrimonio? Cuando ponemos constantemente otras cosas por delante de nuestro cónyuge, erosionamos nuestra conexión con él o ella y la salud de nuestro matrimonio.

Considera tus acciones en el trabajo; las decisiones que tomas sobre tu horario; tu calendario y tu presupuesto. ¿Muestran todas estas áreas que das prioridad a tu cónyuge y a tu matrimonio?

¿Ha ocupado tu trabajo un lugar mayor del que merece en tu corazón, en tu mente y en tu vida? ¿Se ha convertido alguna parte de él en un ídolo? Pablo dice en Filipenses 3:7-9 que el valor de todo lo que ganó y logró palidece en comparación con conocer a Cristo y ser hallado en Él. Ese tesoro también es tuyo si estás en Cristo. No te pierdas el poder de esa verdad hoy: Pídele que te muestre si hay algo en tu vida que valoras más que a Él. Ora para ver las cosas correctamente y para honrarlo en todo lo que hagas.

Honrar a tu cónyuge honra a Dios. Reflexiona hoy en oración sobre estas preguntas:

• ¿Hay alguna forma en que tu trabajo esté destronando tu matrimonio?
• ¿Valora más el trabajo que a tu cónyuge?
• ¿Son tu integridad, acciones y decisiones honorables a Dios y a tu cónyuge?
• ¿Qué significa estar en Cristo y que Él te llame justo?
• ¿Cuáles son las formas prácticas de dar prioridad a tu matrimonio? ¿Qué lugar ocupa tu matrimonio en tu calendario?
• Pregunte a tu cónyuge si se siente prioritario. Si dice que no, pregúntale cómo puedes empezar a hacer que se sienta prioritario.