Uno| Padre, Hijo Y Espíritu SantoMuestra

Día 2: Unidos en la obra de redención

Texto clave: “Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.” (Efesios 2:18 RVR1960).

La redención no fue una tarea dividida. Fue una obra perfecta, unida, y eterna del Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La cruz no fue una reacción, fue un plan eterno. Y en ese plan, cada Persona de la Trinidad estuvo plenamente involucrada.

El Padre nos amó primero. Fue su iniciativa enviar al Hijo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito…” (Juan 3:16 RVR1960).

El Hijo, obediente hasta la muerte, tomó nuestro lugar y cargó nuestro pecado. Él es el Cordero que fue inmolado, pero también el Siervo fiel que glorificó al Padre en cada paso hacia la cruz.

Y el Espíritu Santo es quien hoy aplica esa redención a nuestras vidas: nos convence de pecado, nos revela a Cristo y nos sella como hijos redimidos.

No estamos solos. Fuimos sellados por un Dios que trabaja en perfecta unidad. Nuestra salvación no es frágil, porque fue diseñada y ejecutada por el único Dios verdadero, manifestado en tres Personas, unidas en amor, propósito y poder.

Aplicación para hoy:

Cuando pienses en tu salvación, recuerda que no es obra humana ni parcial. El Padre te amó, el Hijo te redimió, y el Espíritu te sostiene. Vive hoy con gratitud y confianza, sabiendo que aquel que comenzó la buena obra en ti, la continuará hasta que quede completamente terminada en el día que Cristo vuelva.