Devocional Junio "Lámpara a mis pies"Muestra

“Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado” (Daniel 3:7 RVR1960).

Este pasaje parece muy repetitivo en todo este capítulo, pero en el fondo nos deja un gran aprendizaje, pues delata totalmente la estrategia del enemigo para presionarnos y hacernos traicionar nuestra fe.

Siempre el pecado se muestra como algo totalmente atractivo, de moda y aceptado ampliamente por las mayorías. No sé si puedes detenerte un momento para imaginar esta escena: Los mejores músicos salen a dar un concierto gratis para todas las personas, en medio de ese concierto se exalta o se adora algo contrario a Dios, un dios falso, puede ser el dinero, la inmoralidad, etc. Todas las personas de tu vecindario salen y empiezan a presionarte para que los acompañes. “Todos están haciéndolo”. “Parece inofensivo”, pero adicionalmente a esos pensamientos y la presión de tus vecinos, sabes que si te atreves a cuestionar ese concierto te van a cancelar, van a inventar cosas sobre ti, te van a perseguir y te van a hacer la vida imposible.

Más o menos así era la situación de los amigos de Daniel, solo que no iban a cancelarlos sino a lanzarlos a un horno de fuego. Ahora trata de imaginarte cómo se vería de increíble ver a miles de personas postradas delante de un ídolo; de repente, todos se postran, pero tres quedan de pie, personas verdaderamente libres, personas sin temor, con una fe genuina.

Las estrategias del enemigo no han cambiado y si quieres ser un verdadero cristiano debes estar preparado para ser diferente a los demás, para no dejarte llevar por los espectáculos o las modas, para no dejarte presionar, e incluso para ir al horno de fuego. Pero recuerda, si lo haces siempre estará contigo el cuarto hombre, Jesús.