AlegríaMuestra

Cuando era chico me imaginaba a Dios como una persona grande, con pelo blanco, barba larga y blanca, y una gran túnica blanca también. De sandalias, sentado en un trono enorme, mirando con seriedad cómo me comportaba. Me era más fácil asociarlo con la severidad: cejas fruncidas, boca cerrada... que con una sonrisa que mostrara sus dientes (blancos, por supuesto).
A menudo subestimamos la alegría que Dios tiene en Su pueblo. Pensamos que se enfada o se irrita con nosotros. Es verdad, podemos estar llenos de errores, pero Dios se regocija, se alegra, se deleita en nosotros. Y su alegría es enfática, porque lo hace con gozo. Es una de esas sonrisas grandes, que parecen no caber en la cara.
Dios está tan feliz por el amor que tiene hacia nosotros, que rompe el silencio eterno y canta con alegría. ¡Imagínate eso! Los ángeles escuchan a Dios entonar una canción de gozo por Su pueblo.
Si Dios es alegre, nosotros también podemos serlo. Si Él canta, ¿por qué no vamos a cantar nosotros también?
La Biblia no menciona que Dios cantara al crear el mundo, pero sí nos muestra que canta por amor a sus hijos, como lo leemos en el texto de hoy. Ese es el corazón de nuestro Padre.
Saber que Él es feliz nos anima a buscarlo, porque sabemos que nos encontraremos con un Dios sonriente, dispuesto a escucharnos, a vernos, a hablarnos.
Oración:
Qué lindo es saber, Dios, que eres feliz. Contágiame de tu alegría cada día. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan

¿Es posible tener alegría en medio de tiempos difíciles? La Biblia dice que sí, porque el verdadero gozo no depende de las circunstancias, sino de Dios. En este plan descubrirás cómo el Espíritu Santo produce en nosotros una alegría que fortalece, transforma y permanece. Día a día, aprenderás a vivir con gozo, aún en medio de la lucha, confiando en que Dios está obrando en tu vida.
More
Nos gustaría agradecer a Leandro Atdjian por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.instagram.com/leatdjian