Los Costos Del ReinoMuestra

DALE A DIOS LO QUE MÁS AMAS

IDEAS BÁSICAS

• No eran las riquezas de este joven lo que era un problema, sino el hecho de que su corazón estaba atado a su riqueza. Los ciudadanos del reino entregaron sus corazones a Jesús completamente.

• Al pedirle que vendiera todo lo que tenía, Jesús en realidad le estaba pidiendo que desprendiera su corazón de las riquezas en las que confiaba.

• En el corazón de un hombre que tiene riquezas, hay una lucha sobre quién vendrá primero: ¿Jesús o las riquezas?

• Por lo tanto, Jesús les dice a sus discípulos que los ricos tienen un gran problema para entrar en el Reino porque sus corazones están atados a las riquezas. Sin embargo, nada es imposible para Dios, ni siquiera salvar a un hombre rico.

Mirando en el corazón de este joven rico, Jesús ve que no se veía tan bien como lo hizo en el exterior. Afirma que guarda los mandamientos cuidadosamente, pero el mandamiento de amar al Señor su Dios con todo su corazón fue el primero quebrantado, porque una parte de su corazón pertenecía a las riquezas. Una vez más, podemos ver que Jesús mira en el corazón del hombre cuando alguien viene a Él. Desde la perspectiva de la gente, los discípulos, este joven rico era el candidato perfecto para el reino, porque el hombre mira lo que llama la atención, y sin embargo, desde la perspectiva de Jesús, este joven estaba lejos del reino, porque su corazón estaba atado a la riqueza terrenal. El precio que Jesús le pide que pague por el reino es darle a Dios lo que más ama, lo que ocupa su corazón. Por lo tanto, cuando se enfrentó a una elección entre su riqueza y el Reino de los Cielos, no lo pensó dos veces, sino que se fue de inmediato. La conclusión de Jesús acerca de salvar a los ricos es impactante para sus discípulos, pero Jesús dice que Dios todavía puede salvar incluso a un hombre rico como este. En general, las personas muy ricas que se volvieron a Dios pudieron dar este paso solo después de perderlo todo. Por supuesto, Dios también da bendiciones terrenales a aquellos que buscan el reino y la justicia primero, y solo cuando estas bendiciones no ponen en peligro nuestras almas, pero hacernos la meta de tener riquezas en el camino del reino está absolutamente en contra de la enseñanza de Jesús. Mejor pobres y salvados que ricos y perdidos.