Principios Para La Vida en El Reino De DiosMuestra

RESPONSABILIDADES HACIA LA FAMILIA

IDEAS BÁSICAS

• Incluso en esos momentos terribles, minutos antes de entregar su espíritu, Jesús se considera responsable ante su madre, a quien deja en la responsabilidad de un amigo para cuidarlo.

• El hecho de que Jesús confió a su madre al cuidado de Juan prueba que su relación madre-hijo ha terminado.

• Podemos confiar en el interés y la ayuda de Jesús cuando encontramos problemas en nuestras familias.

En los últimos momentos de su vida terrenal, Jesús demuestra que vivió asumiendo la responsabilidad de su madre. Aunque no estaba casado, no tenía familia propia, pero al ser el primogénito, tuvo en cuenta que era responsable ante su madre, quien en su vejez tuvo que ser cuidada. Así, María queda al cuidado de Juan, su discípulo más cercano. Es interesante que de los doce discípulos, Juan es el único que murió de vejez, y no como un mártir. Este es un modelo dejado por Jesús para sus seguidores, que deben cuidar con dignidad los cielos. La relación terrenal entre Jesús y su madre podría continuar, proporcionando así una intercesión intermedia entre nosotros y Jesús, pero no hay nada en la Biblia que sugiera esto.
Esta dimensión terrenal de la relación entre Jesús y su madre, y el cuidado que le dio incluso cuando fue crucificado, en la agonía de la muerte, nos anima a confiar en su ayuda en cualquier momento difícil que podamos atravesar en la vida familiar. De sus familias en la tierra. Con la muerte física de Jesús, el papel de María en relación con su persona también termina. No tenemos evidencia bíblica de que a María se le haya confiado un papel distinto al que había tenido hasta ahora. Jesús es el mediador directo entre nosotros y Dios. Es cierto que es interesante para la mente humana pensar que en el Reino de los Cielos la relación terrenal entre Jesús y su madre podría continuar, proporcionando así una intercesión intermedia entre nosotros y Jesús, pero no hay nada en la Biblia que sugiera esto.
Esta dimensión terrenal de la relación entre Jesús y su madre, y el cuidado que le dio incluso cuando fue crucificado, en la agonía de la muerte, nos anima a confiar en su ayuda en cualquier momento difícil que podamos atravesar en la vida familiar.