Principios Para La Vida en El Reino De DiosMuestra

RESPONSABILIDAD HACIA LOS DEMÁS

IDEAS BÁSICAS

• Los ciudadanos del reino de Dios se relacionan cuidadosamente con sus semejantes para no ofender a nadie. Desafiar a otros a cometer pecado es tan malo como pecar contra sí mismo. Este principio es enfatizado por Jesús. ¿Quién dice que un hombre que tiene este hábito maligno de provocar a sus semejantes al pecado no vale la pena vivir?

• Cuando alguien ha sido ofendido por su compañero, debe tomar la iniciativa para resolver el problema a través del perdón. El perdón es obligatorio para cada ciudadano del reino de Dios.

• Vivir por fe nos da la gracia y los recursos sobrenaturales para establecer relaciones piadosas con nuestros semejantes.

El perdón es una necesidad absoluta, a través de la cual se sostiene la comunidad del Reino de Dios en su dimensión terrenal. En sus tratos entre sí, los hijos del reino deben ser muy cautelosos, para que de ninguna manera causen la caída, tropiezos u ofensas de ningún hermano. Por otro lado, si alguien ha sido ofendido, no debe permanecer en ese estado, desarrollando amargura, sino que debe buscar la restauración a través del perdón.
Desafortunadamente, podemos encontrarnos con cristianos que no tienen problemas para provocar a otros cristianos más débiles a pecados como chismes, ira, lucha, descontento, y luego retirarse como si no tuvieran responsabilidad hacia aquellos que vienen al pecado debido a sus provocaciones. Jesús es muy firme en su enseñanza, diciéndonos que debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no obstaculizar a otra persona ni ofenderlo de ninguna manera.
En el mismo contexto, Jesús enseña a sus seguidores que no deben permanecer bajo condenación cuando alguien los ofende. Si estamos enojados con alguien que nos ha ofendido y puede que ni siquiera lo sepa, es importante tomar la iniciativa, acercarse a ellos y encontrar el camino hacia el perdón, incluso si esto se repite. Los discípulos entienden que no ofender a nadie y perdonar cualquier ofensa por parte de alguien es un desafío a la fe. Es posible que no tengamos una forma ofensiva de comportarnos y relacionarnos con los demás, o que nos resulte difícil buscar el perdón cuando estamos enojados con alguien. Debemos estar seguros de que el Espíritu Santo puede guiarnos a tener éxito, cuando venimos en oración con este problema, sinceramente, con abnegación y humildad.