El Camino Del AmorMuestra

El amor es el tema más mencionado. En febrero se convierte en un protagonista: acapara vallas publicitarias, spots televisivos alusivos al amor, y las tiendas llenan sus locales con productos para regalar en la época del “amor”. Esta palabra de cuatro letras es reconocida a nivel mundial, y su lenguaje es entendido en todos los idiomas. Una persona que no hable tu misma lengua entenderá el mensaje de un abrazo, un beso, un tono de voz con dulzura o un gesto de amabilidad, y su cerebro sabrá que es un gesto de amor.

¿Y si te digo que aun así con toda la publicidad que recibe, el amor sigue siendo un desconocido?, ¿y si te digo que el amor es una persona y no un sentimiento?

Actualmente, en la época en que escribo este devocional, tengo 25 años. Los que están en este rango de edad podrán comprenderme: la vida comienza a demandar logros, metas y proyectos. Es la época en donde más nos cuestionamos: ¿Cuál es el propósito de mi vida?

Empecé mi vida laboral a los 18 años, cuando recién había recibido el evangelio. Decidí seguir a Cristo, pero en mí había muchos obstáculos que me lo impedían y no me dejaban avanzar. A temprana edad logré cumplir muchas metas, pero ninguna de ellas me daba satisfacción; no lograban saciar una sed extraña que había en mí. Según yo, estaba bebiendo el agua suficiente para saciar esa sed, pero esa sed no estaba siendo saciada por el mundo.

Intenté construir mis sueños sin el fundamento principal: el amor. Había un problema: decía tener a Dios, pero todavía existían rencores guardados hacia personas. Decía tener a Dios, pero en varias ocasiones me ganaba el orgullo y la soberbia. Durante esa época experimenté muchos episodios de soledad y angustia. Me levantaba cada día buscando una motivación en los logros y no en el amor. Fallé en el intento.

Vamos por este mundo sabiendo qué es el amor, pero desconociendo a quién verdaderamente representa. No es hasta que conoces el corazón de Dios cuando realmente comienzas a hallarle propósito a tu vida, porque estás conociendo a la fuente de la que emana el amor.

Si estás tratando de lograr tus metas y construir proyectos sin el motor principal (que no es la motivación) vas a terminar cansado. Vas a lograr grandes cosas, pero al final terminarás igual de vacío, como si no hubieses logrado nada. Vas a querer encontrar el rumbo de tu vida, pero llegarás al mismo lugar donde empezaste. Te invito a que conozcas al personaje del amor, y verás cómo tu vida comienza a tomar color y rumbo.

Conoce primero quién es el amor, y vivirás en el amor: no en la frustración, no en la decepción, no en el temor, porque es la presencia del amor lo que echa fuera todo temor.

Este año es hora de reestructurar la lista. ¿Qué lugar ocupa el amor en tu lista de prioridades? ¿A qué personas necesitas perdonar y extender amor? ¿A qué actitudes que no reflejan amor necesitas renunciar?