Permiso ConcedidoMuestra

¿Alguna vez te has sentido verdaderamente libre? No me refiero solo a la capacidad de tomar tus propias decisiones, sino la sensación de estar completamente en paz. He sentido esa libertad y ha sido la mejor sensación del mundo. Toda mi vida he luchado contra el deseo de sentirme totalmente en control de mi vida, incluso cuando sabía que necesitaba soltarlo. Sabía que Dios era más grande que mis miedos, pero seguía aferrándome a mis propios planes y a mi manera de hacer las cosas. Un día, durante un estudio bíblico con mis mejores amigos, este versículo me impactó de manera diferente. Me di cuenta de que me había estado aferrando a cosas que debía confiarle a Dios. Cuando por fin las solté, experimenté la verdadera libertad, que no consistía en tener el control, sino en confiárselo a Dios. Ese día, mi estrés y mi miedo no desaparecieron por arte de magia, pero me sentí más ligero. Así que si el Hijo, Jesús, te hace libre cuando eliges confiar en él, realmente eres libre.

¿Qué es algo que has estado tratando de manejar por tu cuenta? Respira hondo, habla con Dios sobre ello y pídele libertad para confiar en que él tiene el control.

Escrito por James Luca, 19 años, de Troy, MI