Todo ValeMuestra

¿Alguna vez has estado escroleando por las redes sociales y, antes de que te des cuenta, ya pasaron horas? Técnicamente, tenías libertad de hacerlo, pero ¿fue bueno para ti? ¿Fue beneficioso? Lo más probable es que haya estado bien durante unos minutos, pero después de horas de escrolear, lo más seguro es que no hayas utilizado tu libertad de la manera más sabia. Pablo nos recuerda en las Escrituras que debemos considerar la libertad de una manera diferente. El hecho de que podamos hacer algo no significa que debamos hacerlo. La verdadera libertad no consiste en hacer lo que nos dé la gana, sino en elegir lo que realmente nos conviene. Si permitimos que algo —incluso algo permitido— se apodere de nuestro tiempo, energía y pensamientos, en realidad no somos tan libres como creemos.

Esta semana, presta atención a dónde utilizas la mayor parte de tu libertad. ¿Estás dedicando la mayor parte de tu tiempo, energía y esfuerzo a cosas que son buenas y beneficiosas para ti en general?