Verdadera adoración

Una vida de adoración solo es posible si en realidad conocemos al Dios que adoramos. No se trata de vivir cantando, pues podemos cantar y no adorar. Adoración es rendición y entrega. Es mi deseo que estos días marquen un antes y un después en tu relación con Dios.

Como ministra de alabanzas por más de 30 años, he observado como se ha tergiversado el concepto de adoración, a tal punto que, inconscientemente se ha asociado a cantar canciones suaves. Sin embargo, la adoración va más allá que cantar, la adoración es un estilo de vida. Es un acto de rendición constante, claro que puedo cantar al adorar, sin embargo, la adoración va mucho más allá.

En Romanos 12:1 vemos esta exhortación de Pablo: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”.

Observemos que menciona Cuerpos; como un todo, no dice, que presentéis vuestras canciones, o vuestras palabras, o vuestra mano alzada, o vuestro tiempo, no, dice vuestros cuerpos, es decir, todo lo que somos. Y eso incluye cada acción antes mencionada, pero no de manera aislada sino como un todo. También nos indica cómo debemos presentar nuestros cuerpos, en sacrificio vivo, es decir, continuo. Santo, no como cualquier cosa. Agradable a Dios, es decir, conforme a su Palabra, en rectitud, con corazones limpios. Y finalmente entendiendo que debe ser algo consciente, no automático, ni como algo sin conocimiento, es algo consciente, de la razón.

En los siguientes días hablaremos del Dios que adoramos. Mientras más conozcamos a Dios, más verdadera será nuestra adoración.

Para reflexionar:

¿Cómo está tu adoración a Dios?

¿Qué acciones tomarás de hoy en más para una adoración real?