El poder de la OraciónMuestra

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
(Romanos 12:2 NTV)

Cuando deseamos profundizar en nuestra conversación con Dios es decir en la oración. Debemos desarrollar pautas estables de comportamiento y eso es lo que conocemos cómo hábitos.
Piensa cuantos hábitos has desarrollado a lo largo de la vida que ya los haces de manera natural por ejemplo: dormir, comer , bañarte, cepillarte los dientes, etc... De la misma manera en nuestra relación con Dios es necesario desarrollar el hábito de la oración, ya que te permitirá colocar a Dios como el número uno dentro de tu agenda, le darás el Señorío para que el guíe tus pasos cada día y lo más importante aprenderás lo que es la perseverancia, independientemente que Dios te responda o no.

No podemos ser cristianos de temporadas en nuestra relación con Dios. El es bueno y fiel SIEMPRE no algunas veces, El no cambia y si consideras a Dios como lo más importante en tu vida debes relacionarte con El todos los días. Él está siempre a tu lado pero desea que tú lo hagas visible a través de la oración diaria.
El lugar y la hora que elijas es importante no tanto para Dios como si para ti ya que te permitirá tener la libertad de expresarle lo que piensas, sientes y necesitas.

Oremos
Dios ayúdame a buscar de ti todos los días no por lo que sienta sino por principio es decir porque lo más importante para mi vida es alimentarme de ti. Revélame que mi día nunca será igual sin incluirte y que el hábito de conversar contigo pase a otro nivel.