RUMIAR LA MEDITACIÓN

Meditar es como el hermano del ayuno. El ayuno nos ayuda a escuchar la voz de Dios con más claridad y a comer Su Palabra en lugar de alimento físico. Necesitas la Palabra de Dios en tu alma como necesitas alimento en tu estómago. Jesús hace referencia a esto cuando estaba siendo tentado por el enemigo mientras ayunaba en el desierto diciendo, “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Esta fue una cita de Moisés dando a los israelitas las leyes de Dios, “Y os afligió, y os dejó tener hambre, y os sustentó con maná, comida que no conocíais tú ni vuestros padres, para haceros saber que no sólo de pan vivirá el hombre, sino que de toda palabra que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre” (Deuteronomio 8:3).

Hay niveles de revelación, ya que la Biblia es la Palabra Viva. Las vacas tienen 4 recámaras en sus estómagos, cada una con un propósito diferente, produciendo bolas de bolo alimenticio. El bolo alimenticio regresa para que la vaca lo mastique y vuelva a masticar antes de pasar a la siguiente recámara. Esta es una imagen de cómo meditamos: para digerir completamente la Palabra. Leemos, releemos y releemos con oración. Luego, con el tiempo, Dios revela sus significados profundos.

ORACIÓN

Señor, gracias por la provisión de Tu Palabra. Dame un hambre por Tu Palabra y Tu voluntad que sea mayor que mi hambre física. Espíritu Santo, enséñame una revelación mayor y más profunda mientras medito en Tu Palabra. Abre mis ojos espirituales para entender y aplicar Tu Palabra en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

APLICACIÓN

"Come antes de comer". Antes de comer hoy, lee un pasaje de las Escrituras.