Afilando mi espadaMuestra

El apóstol Juan hace referencia al libro de Génesis porque desde el principio existe una enemistad entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente, por lo tanto, observa como el capítulo 4 de Génesis presenta a Caín como un aparente adorador de Dios que incluso llegó a ofrecerle sacrificios. Pero sus acciones revelaron que por dentro era un hijo del diablo; su ofrenda no fue aceptada porque su actitud fue pecaminosa.

Juan expresa con toda franqueza las reacciones de un no creyente y provoca que evaluemos nuestra propia vida.

Que esta lectura te lleve a examinar el estado de tu corazón, recordando que la verdadera adoración fluye de una vida de integridad y sinceridad ante Dios.

Es tiempo de meditar La Palabra de Dios y evaluar tu vida. ¿Eres un verdadero cristiano? ¿Qué te ha caracterizado? ¿Has pasado de muerte a vida? ¿Amas a las personas? Conversa con el Señor, exprésale que estás arrepentido por ese mal deseo y mal comportamiento; permite ser transformado a Su imagen y a Su semejanza. Recuerda que Él te ama con amor eterno.