La Rendicion Total De Un Hombre DescalzoMuestra

«Responde»

Moisés simplemente respondió: «Aquí estoy». Ahora bien, yo puedo pensar en muchas cosas que podría haber dicho y que no dijo. Probablemente tuvo que ejercer paciencia y autocontrol, cualidades que había aprendido de cada uno de sus cuarenta años de pastorear en Madián, para acortar su respuesta. La habilidad de responder con claridad y brevedad requiere años de madurez.

Tengo un pequeño taburete en casa, sobre el que he pasado tiempo... de rodillas. Simplemente oro: «Señor, aquí estoy». No, aquí con mi preparación pastoral… mi experiencia como orador… toda mi congregación… mi familia… mi educación superior. Solo: «Aquí estoy». Estoy convencido, que Dios no está interesado en nuestro currículum. Seguro que está contento por él porque, ¡Él lo llenó! Pero no nos está pidiendo que se lo mostremos para validar quiénes somos. Solo nos está pidiendo que le digamos: «Aquí estoy», y luego que escuchemos lo que Él tiene que decirnos. A Moisés le tomó 40 años decir esas palabras. ¡Pero, por favor, no esperes tanto tiempo ni hagas que sea necesario un camino tan difícil! Esperar delante del Señor, sintoniza nuestros oídos con su voz y le da la bienvenida a su presencia. No es simplemente un rápido «aquí estoy», mientras estamos corriendo en medio de nuestras actividades. El «aquí estoy», de Moisés, dijo: «Estoy dispuesto a hacer todo lo demás a un lado para escuchar lo que me quiere decir el cielo».

Ser llamado por nombre para viajar a su destino es como un ungüento dulce para el alma. Alguien dijo, que dos de las cosas más consoladoras que cualquier persona puede escuchar son, su propio nombre y las palabras «mi casa». Un llamado personal a un lugar seguro, tranquiliza nuestro corazón y quita el temor. Cuando Dios dijo: «¡Moisés, Moisés!», fue un llamado personal del Creador, con el objetivo de llevar a su pueblo a casa. Dios también te llama por nombre. Sabe cada pensamiento en tu mente, cada cosa secreta acerca de ti. Y puedes estar seguro de que los planes que Él tiene para ti, están hechos a tu medida, ajustados a ti con precisión y perfectamente sincronizados, para su propósito. Él tiene la capacidad de juntar nuestras variadas experiencias, nuestros dones espirituales y sus propósitos. Dios te conoce mejor que cualquier test de personalidad, y va a usar el conocimiento completo que tiene de ti para su bien y su gloria.