Jesús Es El Profeta, Sacerdote Y Rey DefinitivoMuestra

Jesús es el Rey prometido.

"Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos ha sido dado. Y la soberanía reposará sobre Sus hombros. Y se llamará Su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de Su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará esto" (Isaías 9:6-7 NBLA).

El pueblo de Israel tuvo muchos reyes, algunos reinaron bien y otros mal. Pero un rey fue especial: David. La Biblia dice que era un hombre conforme al corazón de Dios. También tenía sus fallos, pero cuando pecó, se volvió al Señor y pidió perdón. Tomó en serio los mandamientos de Dios y guió al pueblo a hacer lo mismo.

David fue sucedido por su hijo Salomón. Y Dios le prometió algo muy especial: el trono del reino de David se establecería para siempre. ¡Su linaje real nunca terminaría! (2 Samuel 7:16).

Los libros de Reyes y Crónicas describen cómo el hijo de David, su nieto, y así sucesivamente reinaron durante siglos. Pero finalmente, el pueblo de Israel fue enviado al exilio y ya no tuvieron su propio rey. ¿Acaso Dios había roto Su promesa?

No, no lo había hecho. Siglos más tarde, nació un Hijo de David en Belén. Su nombre era Jesús. Su nacimiento fue anunciado por un ángel, quien predijo que el Señor Dios le daría el trono de su padre David y que de Su reino no habría fin (Lucas 1:32-33). Él era el Rey definitivo que el pueblo anhelaba desesperadamente, pero Su reinado era diferente a lo que esperaban.

Leeremos más sobre eso mañana.