Siendo probados por DiosMuestra

Lo bueno de esto es que toda aflicción es pasajera, ya lo dicen Romanos y Corintios. Las aflicciones, pruebas y dificultades todas son pasajeras, no hay una prueba eterna que no termina nunca, aunque a veces a nosotros nos puede parecer que esto no termina. Lo que sí es permanente es la bendición de Dios, la gloria del Señor sobre nosotros. Ahora pasaremos por pruebas y dificultades, pero la gloria que en nosotros ha de manifestarse será eterna y estaremos por siempre en la presencia de nuestro Dios. ¿No nos alegra esto el corazón? Saber que si pasamos por cualquier prueba, el señor siempre va a estar en medio de esa situación con nosotros y no nos abandonará, sino que estará con nosotros hasta el fin del mundo. Ahora entendemos y sabemos que la fe te mantiene firme cuando una persona es capaz de estar con toda la espalda destrozada, porque ha sido torturado el poder cantar en la cárcel a media noche, los presos oír y no querer marcharse ninguno. Porque se puede vivir sin teléfono, sin automóvil, sin dinero, pero no se puede vivir sin una fe viva y una fe depositada y puesta únicamente en el autor y consumador de la fe, nuestro Señor Jesucristo.