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Ayuda mi incredulidad: cómo vencer las dudas y aumentar la fe

DÍA 4 DE 7

Por qué dudamos

Olvidamos

Otra razón por la cual dudamos es sencillamente porque olvidamos. A menudo, siento que mi memoria a corto plazo con el Señor es vergonzosa. Puedo pasar de adoración a desesperación en sólo minutos. Dios se ha mostrado fiel en mi vida una y otra vez, pero cuando se acercan las fechas límite, los diagnósticos, los problemas, la soledad no deseada que ya es parte constante de la vida, cuando la ansiedad y las tensiones aumentan y el periodo de esperar en el Señor se sigue estirando, mis rodillas tiemblan, mis ojos se convierten en fuentes de agua y el mundo se convierte en un lugar peligroso que amenaza con tragarme viva.

Jesús me dice que no tenga miedo, que Él ha vencido al mundo, pero los pensamientos que yo alimento dicen que el mundo me está venciendo a mí.

Como el Señor conoce esto de nosotros, nos exhorta constantemente en su palabra que recordemos. En los primeros versículos del Salmo 78, se nos explica la importancia de compartir las historias de liberación y provisión de Dios con nuestros hijos y las generaciones venideras:

“No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su potencia, y las maravillas que hizo. Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios; que guarden sus mandamientos...” v.4-7.

En Josué 4, cuando el Señor detuvo las aguas del Jordán para que los israelitas cruzaran en tierra seca, el Señor le dijo a Josué que escogiera 12 hombres, uno de cada tribu, para que recogieran 12 piedras de en medio del río, del lugar donde estaba el arca del pacto, y las levantaran allí y en medio del campamento. Las piedras serían para siempre una señal física para recordarles cómo Dios había detenido las aguas para que ellos pasaran en seco.

Esta no era la primera vez que Dios había abierto camino a través de un cuerpo de agua. Con Moisés, fueron las aguas del Mar Rojo (Ex.14), que era más grande que el Jordán, ¡y ya eso lo habían olvidado! Esta vez, Dios quería asegurar que tuvieran un recordatorio visible de estas cosas, ya que conoce nuestro problema de memoria a corto plazo.

Me impactó mucho que Dios les instruyera que escogieran piedras de en medio del río donde estaba el arca del pacto, que representaba la presencia de Dios. No les dijo: “Cuando salgan, escojan unas piedritas para un proyecto que les tengo luego". Tampoco les permitió depender de su memoria; ya el Mar Rojo había demostrado que no tenían buena memoria (¿alguien se identifica?).

En esa instrucción veo una enseñanza muy importante para nuestras vidas: hay que hacer provisión para nuestra duda futura cuando estamos viviendo el milagro, en el lugar donde encontramos la presencia de Dios. Cuando Dios contesta una oración, nos habla, o vivimos un milagro, ¡es en ese preciso momento donde debemos levantar recordatorios para cuando en el futuro nuestra debilidad y humanidad nos quieran hacer olvidar el poder de Dios!

¿Oraste por un trabajo por tres años y por fin conseguiste uno? ¡Gloria a Dios! Escoge una piedra. ¿Oraste por un cónyuge y Dios trajo alguien increíble a tu vida? Escoge una piedra. ¿Tu más reciente estudio médico resultó negativo? ¡Aleluya! Otra piedra. Estas “piedras” son elementos reales que te ayudan a recordar cómo Dios obró para contestar tu oración. Puede ser una carta de oferta de empleo que imprimas y guardes junto a tu cama, una foto que tomaste, un laboratorio clínico negativo, un versículo que te fortaleció en la espera o cualquier elemento que hará que recuerdes este momento, porque es seguro que más adelante, tendrás otra petición o situación que te hará dudar.

Constantemente, busco cómo agregar recordatorios de los milagros y formas en que Dios me ha cuidado a mí y a mis hijas. Principalmente, lo hago a través de un libro de fotos que imprimo anualmente de todos los eventos principales de ese año. También tengo algunas prendas que me ayudan a recordar palabras que Dios me ha ministrado en momentos específicos. Cuando me las pongo, traigo a memoria esas promesas que Dios me dio en su palabra y cobro aliento. No estoy hablando de amuletos de suerte ni nada de eso, sólo elementos que me ayuden a recordar, así como esas 12 piedras estaban allí para ayudar a los israelitas a recordar cuando cruzaron el Jordán en seco.

Soy una persona muy visual y uso el arte como medio para expresarme y también recordar el cuidado de Dios. ¡Te invito a que uses tu creatividad! A lo mejor puedes buscar unas piedras reales en un río y pintar y escribir sobre ellas cada vez que tengas una oración contestada o una victoria. Luego, vas agregando tu colección de piedras en una caja para que cuando luches contra la incredulidad, vuelvas a mirarlas y recordar todo lo que Dios ha hecho. Puedes involucrar a tu familia también. ¡No hay límites a la creatividad! Incluso pueden ser simplemente notas que escribas en un papel y vayas guardando en un cofre.

Esta es una forma práctica para ayudarte a cultivar la fe ante situaciones adversas. Mañana veremos cómo Dios responde a la incredulidad y por qué es importante identificarla en nuestras vidas.

Para meditar

  • ¿He estado olvidando recordar las maravillas de Dios en mi vida?
  • ¿Cuándo fue la última vez que compartí con mi familia o amigos testimonios de cómo Dios ha obrado en mi vida?
  • ¿He hecho provisión para mis dudas futuras con “piedras” de recordatorios?
  • Considera hacer una lista o proyecto creativo esta misma semana para documentar cómo Dios ha obrado en tu vida en el pasado.

Oración

Padre, gracias por traer a mi memoria la importancia de recordar tus obras y maravillas. Gracias porque aun si no tuviera una historia tan dramática como la del río Jordán, tengo la más grande historia en la cruz de Cristo y su resurrección. Ayúdame a vivir recordando tus maravillas, a contarle a los demás tus obras y adorarte por toda tu bondad y provisión. Gracias porque me has dado vida, gracias porque tengo al Dios del Universo de mi lado, a favor mío y porque eres tú quien luchas mis batallas. Ayúdame a recordar que no estoy solo, que siempre estás conmigo y que tu poder sigue siendo el mismo que divide ríos y resucita muertos. Gracias por tu cuidado. Espíritu Santo, trae a mi memoria tu fidelidad cuando la duda quiera dominar mis pensamientos. En el nombre de Jesús, amén.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

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Nos gustaría agradecer a Apertura812 por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://karenlie.wixsite.com/apertura

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