¡Esfuérzate!Muestra

INTRODUCCIÓN.

Aquellos que han sido impactados por Cristo recibiendo la sana doctrina y el Evangelio predicado por los primeros apóstoles, han sido comisionados para anunciar las buenas noticias de salvación, que no son otra cosa más que la persona de Jesús en el corazón de la humanidad.

Compartir a otros la Palabra de Dios evidentemente es una gran responsabilidad, sin embargo, esto debería ser en el corazón de cada creyente un valioso deber por el cual esmerarse.

Para asumir esta gran comisión profundizaremos con base en 2 Timoteo 2: 1 - 7, e identificaremos aquellos roles con los que el Apóstol Pablo ilustra al ministro de Dios para comprender cómo vivir y cómo anunciar el Evangelio desde nuestra identidad de hijos de Dios en la batalla, la carrera y en los campos de la fe.

VIVIENDO COMO HIJOS DE DIOS.

Así como Pablo llamó hijo espiritual a Timoteo, Dios nos llama sus hijos, habiendo recibido de ÉL, espíritu de adopción.

Por consecuencia, es desde esta identidad de hijos, que debemos desarrollarnos en el mundo actual y la sociedad, con todos sus paradigmas, ideologías, culturas, principios y pensamientos que suelen estar lejos de los estatutos de nuestro Padre celestial.

Como buenos hijos del mejor Padre, tenemos que esforzarnos por anunciar a otros lo que hemos oído y recibido por gracia. Nos es necesario menguar para que la gracia que es en Cristo Jesús prevalezca, de esta forma enseñar a otros y que otros también enseñen de Dios.

Esforzarnos en la gracia puede resultar difícil, pero podemos dedicarnos a ello con diligencia y disciplina, de tal manera que el Evangelio continúe expandiéndose por medio de los que viven como hijos de Dios y que se esfuerzan en la gracia.

Vivir como hijo esforzado en la gracia, no es otra cosa más que hablar de tu Padre Celestial, siendo menos tú, y más de Cristo en ti.

Te invito a reflexionar en las siguientes preguntas:

¿Crees necesario esforzarte para ser cada día “menos tú y más Cristo en ti”? ¿Por qué?

¿Puedes recordar algún momento en tu vida en que hayas compartido de tu Padre Celestial a otra persona?

Si lo has hecho, escribe brevemente cómo te sentiste al hacerlo.