El Primer Paso Al PecadoMuestra

Todo Comienza Con Un Primer Paso

Es imposible dejar de llevarnos por las emociones cuando nuestro corazón está dañado, por eso David escribió luego de cometer adulterio y asesinato: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmos 51:10).

Lo bueno es saber que si bien las cosas pueden complicarse por un primer mal paso que dimos, también un primer paso de arrepentimiento puede dar lugar a una verdadera transformación de nuestra vida… para bien. Dice la NVB de la Biblia: “Además, sabemos que si amamos a Dios, Él hace que todo lo que nos suceda sea para nuestro bien. Él nos ha llamado de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28). Ésta es una promesa muy hermosa, pero sólo aplica para aquellos que… aman a Dios.

Tu vida puede estar hecha pedazos en este momento y quizás no sepas cómo salir de la situación en la que te encuentras. Dios ha prometido que transformará toda situación en tu vida, en algo para tu bien. Todo comienza con un primer paso. Entregar tu vida a Dios y pedirle su ayuda. Confiesa esta pequeña oración:

Señor, reconozco que mi vida no ha resultado ser como hubiera deseado que fuera, me he equivocado muchas veces, pero hoy te pido perdón por la vida de pecado que he llevado; reconozco a Jesucristo como mi Señor y único Salvador, creo que Él murió en la cruz por mis pecados; ayúdame a salir de la situación en la que me encuentro, en el nombre de Jesús. Amén.

Si hiciste esta oración por primera vez, hay una promesa… Recibirás al Espíritu Santo quien te guiará a una nueva vida. Su presencia producirá estos frutos en tu vida: “En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!” (Gálatas 5:22-23). ¿Notas que uno de los frutos de la presencia del Espíritu Santo en tu vida es el dominio propio? Nada mejor que el dominio propio para poder controlarte cuando es necesario.

Dios puede cambiar tu vida para bien, pero solo si tú das ese primer paso y le pides que lo haga. Recuerda, tenemos libre albedrío, lo cual significa que Dios no interfiere, si tú no se lo pides. Anímate y házlo. No puedo garantizar que tu vida cambiará instantáneamente. Quizás Dios si lo haga de inmediato, ya que tiene el poder para hacerlo o quizás tengas que esperar un poco más; pero ten la certeza de que Dios cumplirá todas sus promesas en ti… Eso sí, te lo puedo garantizar.

Su Palabra dice: “Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría” (Salmos 30:11).

Amén.