Diario de una mujer estéril fértilMuestra
Confianza en Medio de la Siembra
Imagina plantar una semilla con amor, regarla con esperanza, cuidarla con paciencia, y luego, a pesar de todos tus esfuerzos, verla crecer sin dar fruto. Este escenario de desilusión lo vivió el profeta Habacuc. En su libro encontramos estas poderosas palabras: “Aunque no den higos las higueras, ni den uvas las viñas, ni aceitunas los olivos; aunque no haya en nuestros campos nada que cosechar; aunque no tengamos vacas ni ovejas, siempre te alabaré con alegría porque Tú eres mi Salvador. Dios mío, tú me das nuevas fuerzas; me das la rapidez de un venado y me pones en lugares altos” (Habacuc 3:17-19, TLA).
El profeta Habacuc enfrentó la realidad de la siembra sin fruto, y aún así, eligió alabar a Dios. ¿Tendríamos nosotras la capacidad de decir lo mismo en medio de nuestras luchas por la maternidad? ¿Podríamos alabar a Dios incluso cuando la fertilidad parece esquiva y las puertas para la adopción se cierran?
Hoy te invito a reflexionar sobre tu propia siembra y las expectativas que has depositado en ella. ¿Has enfrentado frustraciones en tu viaje hacia la maternidad? ¿Has confiado en Dios incluso cuando las respuestas parecen distantes?
Considera llevar un diario espiritual donde puedas expresar tus pensamientos, emociones y, sobre todo, tus conversaciones con Dios en medio de tus luchas. Registra momentos en los que has experimentado la fuerza renovadora que Dios proporciona, incluso cuando los resultados visibles son escasos.
En medio de la incertidumbre, recordemos las palabras reconfortantes de Jesús en Mateo 6:33-34: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal".
Este pasaje nos recuerda la importancia de buscar a Dios como prioridad en nuestras vidas. En el contexto de la maternidad, esto implica confiar en que Dios tiene el control y que, al enfocarnos en Él, nuestras necesidades serán atendidas en Su tiempo perfecto. La ansiedad por el futuro puede ser abrumadora, pero Jesús nos insta a depositar nuestras preocupaciones en Él.
Conforme a la enseñanza de Jesús en Mateo 22:37, amemos al Señor nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Esta conexión íntima con Dios puede ser la fuente de paz en medio de la siembra sin fruto.
Oración:"Amado Dios, en medio de la siembra sin fruto, aprendo de Habacuc a confiar en ti. Aunque las circunstancias parezcan desalentadoras, elijo alabarte. Tú eres mi Salvador, y en ti encuentro nuevas fuerzas. Dame la gracia de deleitarme en ti, aún cuando los resultados no sean lo que esperaba. En ti confío, Señor. En el nombre de Jesús, Amén".
La lección de Habacuc es poderosa: amar a Dios por encima de la situación. Aunque el proceso para que una planta dé fruto sea largo y a veces doloroso, él aprendió a decir: "Señor, tú eres más importante". Confía en el Dios que da fuerzas y coloca tus pies en lugares altos. Confiemos en que, al buscar a Dios primero, encontraremos consuelo y dirección en medio de la incertidumbre.
Acerca de este Plan
Hay diagnósticos que desgarran el alma, y "estéril" es uno de ellos. La oración "Ayúdame a disfrutar el proceso" marcó el inicio de un viaje por el desierto. Inspirado en el libro "Diario de una mujer estéril fértil", es un testimonio de cómo hallar consuelo y renovar la esperanza en la adversidad. Aprende a disfrutar el proceso, a encontrar en Dios la plenitud y una luz en la oscuridad.
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Nos gustaría agradecer a Kelly Vanessa Vanegas Pérez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instanteindeleble.com/