Diario de una mujer estéril fértilMuestra

Selah: Un Respiro en la Travesía de la Espera

Hoy, en medio de la agitación de la vida, te invito a sumergirte en un "Selah", un espacio sagrado de pausa y reflexión. Es un momento para detenerse, respirar profundamente y sintonizar con la voz apacible de Dios en la intimidad de tu ser.

En este tejido complejo de la existencia, los propósitos divinos se entrelazan en lo secreto, en el santuario de la soberanía de nuestro Creador. A menudo, nuestras expectativas colisionan con la realidad de que los designios de Dios superan nuestras limitadas comprensiones. Rendirnos es aceptar que Sus caminos son más altos, más sabios y más amorosos que los nuestros.

Imagina este proceso divino como la gestación en el vientre materno. A través de los caminos de la vida, solo vislumbramos una parte de la obra de Dios. Él actúa en niveles profundos, trabajando en nosotros: puliendo, organizando y, en ocasiones, permitiendo que seamos aplastados para que podamos ser remodelados. Nuestra rendición, entonces, se convierte en una danza de confianza, recordándonos que Él es el Rey y Señor de nuestras vidas.

En los momentos de tormenta, descubre el deleite en medio de la lluvia. Aunque las tormentas puedan parecer desafiantes, la lluvia de las promesas de Dios refresca el alma sedienta. El Salmo 119:49-50 nos insta: "Recuerda la promesa que me hiciste; es mi única esperanza. Tu promesa renueva mis fuerzas; me consuela en todas mis dificultades". Cada palabra de este salmo es un testimonio de la riqueza de confiar en las promesas divinas. Nos llama a recordar las promesas de Dios, pues en ellas hallamos nuestra única y sólida esperanza.

Cuando enfrentamos dificultades, estas promesas no solo nos consuelan, sino que renuevan nuestras fuerzas, permitiéndonos perseverar en la espera.

Oración: "Amado Dios, en este 'Selah', detengo mi corazón para escuchar tu voz en lo secreto. Reconozco que tus propósitos superan mis anhelos y comprendo que tu soberanía es mi ancla. Rindo mi voluntad ante la tuya, encontrando deleite en tus promesas que renuevan mis fuerzas y consuelan mi corazón. En el nombre de Jesús, Amén".

Este día de "Selah" no solo te ofrece un espacio para la pausa, sino también para encontrar paz y claridad. Aunque los caminos de Dios a menudo nos resulten incomprensibles, podemos confiar en que Él trabaja en lo secreto para nuestro bien.

El Salmo 90:15 dice: "Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal". Consideremos también Zacarías 9:12: "Vuelvan a su refugio, prisioneros de la esperanza; hoy mismo les anuncio que les devolveré el doble". Estos versículos nos recuerdan que, incluso en medio de la espera, la esperanza en Dios nos lleva a un refugio seguro. Que estos versos fortalezcan tu confianza mientras navegas por la travesía de la espera.

Que este día de "Selah" te inspire a confiar en lo secreto de la obra divina y a hallar deleite en la esperanza que solo Dios puede proporcionar. ¡Selah!