[Buenas preguntas] ¿Tenemos elección?Muestra

¿Tienes una carga por aquellos que no conocen a Jesús?

¿Alguna vez has sentido una carga tan grande por alguien que no conoce a Jesús que estarías dispuesto a renunciar a tu salvación por ellos? En Romanos 9, Pablo expresa este tipo de angustia por los hermanos judíos que no habían aceptado a Jesús como el Mesías. El amor de Pablo por su pueblo es evidente en sus palabras, al decir que estaría dispuesto a renunciar a su propia salvación si eso significaba que los judíos fueran salvos. Este es un amor poderoso y desinteresado.

En ese momento, el corazón de Pablo estaba lleno de angustia incesante por aquellos que no conocían a Jesús. Este es el mismo Pablo que escribió sobre la alegría y el gozo en el Señor, sin embargo, está consumido por un profundo sentimiento de tristeza en ese momento. Su corazón está sufriendo por aquellos que no conocen el amor de Cristo. Es fácil enredarse en debates sobre teología y doctrina, pero al final del día, nuestro deseo debería ser que las personas perdidas lleguen a conocer a Jesús como su Salvador.

Como cristianos, deberíamos tener una profunda compasión por aquellos que están perdidos y necesitan salvación. Deberíamos estar dispuestos a renunciar a nuestra propia comodidad y seguridad si eso significa que alguien más conozca el amor de Jesús. ¿Con qué frecuencia estás dispuesto a sacrificar tus comodidades por otra persona? Nuestros corazones deberían quebrantarse por aquellos que aún no conocen al Redentor profetizado en el Antiguo Testamento, el Mesías judío, Jesús.

El cristianismo no es antisemita. Nuestros corazones deberían estar llenos de amor y compasión por el pueblo judío, al igual que el corazón de Pablo. Deberíamos orar por su salvación y compartir el evangelio con ellos de una manera respetuosa y que honre su cultura y herencia.

Entonces, te pregunto: ¿tienes una carga por las personas perdidas? ¿Te preocupas por aquellos que no conocen a Cristo? Si estás leyendo esto y no conoces a Jesús, debes saber que mi deseo principal es que llegues a conocerlo. Él es el Mesías, judío profetizado en el Antiguo Testamento, el Redentor de todos los que confían en Él. No esperes más para aceptar el regalo de salvación que Él te ofrece en este momento.