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¿Quién soy yo?Muestra

¿Quién soy yo?

DÍA 2 DE 3

Identidad secreta

Hay muchas películas que nos hacen ver que un personaje por motivos de seguridad sufre de un "cambio de identidad", le cambian el nombre, ciudadanía, número de identificación, incluso algunos se hacen cambios en el rostro con cirugía plástica. También están los superhéroes qué mantienen su "identidad secreta" usando máscaras, cambiando de aspecto físico, pasando de un nerd debilucho a un hombre de acero con cara de galán. Todos estos cambios en apariencia logran un cambio de identidad para ciertos propósitos. Pero la verdad es que cuando este individuo se mira en el espejo puede ver su verdadera identidad, así se haya sido sometido a un cambio de imagen parcial o total. Aunque haya cambiado todos sus datos de nacimiento, foto en el pasaporte, nacionalidad entre otros, en su esencia, sigue siendo la persona que nació aquel día, en ese hospital, a quien sus padres le pusieron un nombre y a quien Dios le dio una identidad. Así también nuestro superhéroe es reconocido por sus poderes como Superman, pero su verdadera identidad es Clark kent, un hombre con sus debilidades internas, con valores adquiridos de sus padres, dispuesto a amar como todos y con ganas de siempre socorrer a quien lo necesite, esa es su verdadera identidad cuando no tiene capas ni mascaras.

Por otro lado, tenemos personas que cambian drásticamente su identidad. Y estos, no han alterado ningún documento de identificación, ni se han hecho cirugías plásticas, tampoco han cambiado su nombre o apariencia, pero internamente han perdido su esencia y se puede notar un cambio absoluto, que muchos reflejan tanto por dentro como por fuera. Y cuando les dices algo su respuesta es "Siempre he sido así". “Lo que pasa es que no me habían conocido muy bien”. O simplemente: "He cambiado". O: “Conozcan a mi nuevo Yo”

La identidad de cada uno de nosotros Dios la plasmó en nuestras vidas en el momento de nuestra concepción. Con el pasar del tiempo, la misma se va tallando cual barro en manos de un alfarero por cómo Dios quiere que seas. Pero lamentablemente intervenimos ese proceso, metemos nuestras propias manos en ese barro y nos dedicamos a ser quiénes queremos ser, o quiénes siempre hemos sido y demostrábamos otra cosa.

Llegan momentos en nuestras vidas que adquirimos cambios de identidad, quizás por daños que nos hicieron, quizás por la muerte de alguien amado, quizás por una traición, quizás por el abandono, quizás por el maltrato en la infancia, por altivez, orgullo, arrogancia, o por lo que los demás quieren que seamos, entre tantas cosas que podríamos nombrar. Hacemos un cambio interno, tomamos una nueva identidad y aunque no somos así, nos encerramos en una coraza interna, impenetrable, donde nos sentimos a salvo, y esa coraza es tan dura que Dios mismo quisiera entrar pero no le dejamos.

El profeta Elías se enfrentó a este proceso, sabía quién era en Dios, sabía su asignación. Dios le entregó los instrumentos, dones y talentos para que le sirviera, y lo hizo, pero de la noche a la mañana, comenzó a vivir situaciones y amenazas a tal punto que inmediatamente pasó de ser un profeta lleno de fuego, a un profeta lleno de miedo. Esto afectó su identidad, trastocó su esencia, tanto que Dios tuvo que alimentarlo, levantarlo y encontrarse con él en aquella cueva, hablarle en ese susurro delicado para levantarlo. Y allí, Elías se reencontró con el dador de su esencia recuperando su identidad. Quien hubiera visto y oído a Elías decir en aquellos momentos: "¡Dios, quítame la vida!", diría: ese no es Elías, él no pudo haber dicho eso, yo lo conozco y es imposible que haya dicho eso.

¿Conoces a alguien que ha cambiado tanto que ya no lo reconoces?

¿Te han comentado que cierta persona ha hecho cosas que tu jamás pensabas que haría?

¿Te miras en el espejo cuando no hay nadie, cuando todos se han ido y hay silencio y no te reconoces, te preguntas quién soy?

¿Te has preguntado por qué que has cambiado tanto que ya ni te reconoces?

¿Te has vuelto una persona tan fría que no te detienes y sigues pensando que todo se trata de ti?

Si es así es hora que entres un rato en la cueva para encontrarte con Dios, espera el silbo apacible y delicado, y pide a Dios que te regrese tu esencia y puedas recuperar tu verdadera identidad.

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

¿Quién soy yo?

¿Quién soy yo? Una frecuente pregunta que en los próximos 3 días, pido a Dios través de esta lectura, que hable a nuestras vidas para poder encontrarnos en un espejo con ese diseño del Padre en nuestras vidas.

Nos gustaría agradecer a Jann Luis Quintero por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://iglesiadelacruz.com/

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